MADRID, 16 (EUROPA PRESS)
Las chinches de cama pueden propagar la enfermedad de Chagas, al ser transmisores del parásito ‘Trypanosoma cruzi’, según un estudio de la Universidad de Nuevo México (EE.UU), publicado en la revista ‘American Journal of Tropical Medicine and Hygiene’.
La Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental (ANECPLA) ha instado a aumentar los controles de vigilancia sobre esta plaga, hasta ahora considerada como una especie molesta sin capacidad de transmisión de enfermedades.
Su proliferación, como ha explicado la directora general de ANECPLA, Milagros Fernández de Lezeta, «no siempre está asociada con la falta de higiene, sino que llega por contaminación, se alimenta de nuestra propia sangre y empieza a proliferar y a extenderse con gran rapidez».
La asociación viene alertando en los últimos años sobre el incremento de esta especie y ha recodado que, para ser eliminada de forma adecuada, requiere de una gestión y un control profesional que, dada su rápida proliferación, no es tarea sencilla.
En España, las chinches de cama habían sido erradicadas, sin embargo, en la actualidad son una de las plagas más comunes. El incremento del comercio mundial, del transporte de mercancías y del turismo son las causas principales de que esta plaga haya regresado a países desarrollados.
SÍNTOMAS, TRATAMIENTO Y PREVENCIÓN
Las chinches causan en primera instancia molestias por picaduras y reacciones alérgicas diversas. También pueden causar ansiedad y problemas para dormir. Al tratarse de un parásito, se alimenta de sangre humana ocasionando molestias que serán de mayor o menor importancia dependiendo de la sensibilidad de la víctima.
En cuanto al tratamiento de la picadura, se recomienda lavar la zona con agua y jabón y, en caso de un picor e irritación fuertes, aplicar una loción calmante. Si se percibe una reacción alérgica, se recomienda acudir al médico lo antes posible para su tratamiento.
ANECPLA ha recomendado seguir una serie de medidas preventivas para evitar la proliferación de esta plaga, entre ellas, revistar las sábanas, almohadas y colchones al alojarse en establecimientos hoteleros; no depositar el equipaje encima de las camas; en caso de sufrir picaduras, revisar si existen restos de sangre en las sábanas; no utilizar insecticidas domésticos, ya que pueden generar resistencia y ayudar a extender la plaga.
En caso de sospechar de contaminación, poner en cuarentena el equipaje; lavar las prendas a 60º centígrados; evitar los colchones o almohadas de segunda mano; lavar los cestos de la ropa sucia; y, por su puesto, acudir a profesionales.
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