La vorarefilia (a menudo abreviada como vore) es una parafilia caracterizada por el deseo erótico de ser consumido por, o a veces de consumir personalmente, a otra persona o criatura, o una atracción erótica por el proceso de comer en la práctica general. Dado que las fantasías vorarefílicas no suelen poder representarse en la realidad, suelen expresarse en relatos o dibujos compartidos en Internet. La palabra vorarefilia se deriva del latín vorare («tragar» o «devorar»), y del griego antiguo φιλία (philía, «amor»).
La fantasía suele consistir en que la víctima es tragada entera, aunque en ocasiones las víctimas son masticadas, y la digestión puede o no estar incluida. Las fantasías voré se separan del canibalismo sexual porque la víctima viva es normalmente tragada entera. El consumidor es a veces humano, pero los animales, los animales antroporfizados, los dragones, las serpientes gigantes y otras criaturas también pueden aparecer con frecuencia en estas fantasías. Tras el consumo, el vientre agrandado del consumidor se describe a menudo con mucho cuidado.
El vorareph se disfruta más a menudo a través de imágenes, historias, vídeos y videojuegos, y puede aparecer en los medios de comunicación convencionales. En algunos casos, la vorarefilia puede describirse como una variación de la macrofilia y puede combinarse con otras parafilias. Aparte de la macrofilia, las fantasías voréfilas suelen tener temas de BDSM, microfilia, fetichismo del embarazo, fetichismo de los peludos, «desparejar» (un deseo de ser tragado entero en la vagina y devuelto al útero) y canibalismo sexual.
Un análisis de un estudio de caso conectó la fantasía con el masoquismo sexual, y sugirió que podría estar motivada por un deseo de fusionarse con un otro poderoso o escapar permanentemente de la soledad. Dado que «no se conoce ningún tratamiento» para los voréfilos que se sienten incómodos con su sexualidad, los psicólogos del Centro de Adicciones y Salud Mental de Toronto han recomendado intentar «adaptarse, en lugar de cambiar o suprimir» el interés sexual. Si se considera necesario, se podría utilizar medicación para reducir la libido.