El vinagre de sidra de manzana es un alimento básico común en el hogar que muchas familias en Huntsville y Madison probablemente tienen sentado en un estante en su despensa. Sus usos se extienden más allá de la cocina; el ACV puede mejorar la digestión, estimular el sistema inmunológico, dejar su bañera brillantemente limpia, eliminar los gérmenes y los residuos de pesticidas de la fruta, añadir volumen a su cabello, blanquear sus dientes, incluso eliminar las pulgas de las mascotas. Incluso tiene beneficios probados para la salud… y algunos juran que es un gran remedio natural para las infecciones de oído.
Beneficios científicamente probados del ACV
El vinagre de sidra de manzana está disfrutando de un renacimiento como una especie de cura moderna. Pero esto no es nada nuevo; se ha utilizado de forma medicinal y terapéutica durante siglos. Se trata simplemente de un zumo de manzana fermentado en forma de sidra dura y luego fermentado de nuevo, convirtiéndolo en vinagre. Sus ingredientes, una combinación de vitaminas, minerales, aminoácidos, ácido acético y compuestos que combaten las enfermedades, lo hacen útil en aplicaciones que van desde la limpieza y la desinfección hasta la conservación de alimentos.
También se utiliza para tratar una variedad de condiciones de salud. Incluso Hipócrates, un médico griego considerado el padre de la medicina moderna (ha oído hablar del juramento hipocrático, ¿verdad?), ensalzaba las virtudes del ACV; hacía que sus pacientes lo mezclaran con miel y lo utilizaran como tratamiento para la tos.
Hipócrates no se equivocaba. Los ingredientes activos del ACV -específicamente el ácido acético- tienen propiedades antibacterianas que han sido demostradas en estudios científicos cuidadosamente controlados para neutralizar ciertos microorganismos y bacterias… incluyendo, entre otros, E. Coli y Staphylococcus aureus. Dado que estas bacterias suelen ser las responsables de las infecciones de oído, sus defensores creen que el ACV es un tratamiento alternativo eficaz para esta afección, que provoca dolor de oído, drenaje de líquido y dificultad auditiva. Es especialmente común en los niños, cuya anatomía les predispone a frecuentes infecciones de oído.
¿Pero realmente funciona?
Un estudio de 2017 confirmó las fuertes propiedades antibacterianas del ACV, incluso en dosis bajas. Se cree que el ácido acético, que puede dañar las paredes celulares microbianas, es una razón clave por la que el ACV parece reducir la gravedad de algunas infecciones bacterianas, incluidas las que afectan a los oídos. La mayor parte de las pruebas hasta el momento se han limitado a placas de Petri, por lo que hasta que no se realicen ensayos en humanos, no podemos estar seguros de que el ACV sea un tratamiento alternativo viable para las infecciones de oído. Pero anecdóticamente hablando, parece serlo.
Si desea utilizar ACV para tratar una infección de oído, póngase en contacto con su médico de oído, nariz y garganta en Madison o Huntsville primero. Hay ciertos pacientes que no deben probar este remedio debido a los riesgos para la salud. Pero si le dan el visto bueno, mezcle una solución que contenga partes iguales de ACV y agua tibia. NUNCA LO USES SIN DILUIR. Las concentraciones más fuertes podrían irritar los oídos. Inclina la cabeza de modo que el oído afectado esté orientado hacia el techo y coloca unas gotas de esta mezcla en tu oído (intenta utilizar un cuentagotas para medirlo con precisión). Manténgalo así durante 4-5 minutos para que la solución pueda llegar a los canales auditivos, y luego incline la cabeza en la dirección opuesta para que drene.
Su primera prioridad en el tratamiento de una infección de oído debe ser siempre pedir una cita con un médico otorrinolaringólogo en Madison o Huntsville. El vinagre de sidra de manzana puede ser una solución, pero es mejor obtener el consejo de un profesional primero.