La resaca es un asco. Un exceso de Margaritas el viernes por la noche puede llevar a un sábado lleno de dolores de cabeza, náuseas y una sensación general de pereza. Por suerte, no tendrás que volver a pasar por eso si te aprendes de memoria el curso intensivo de Supercall para prevenir la resaca. Te garantizamos que tu cuerpo te lo agradecerá al día siguiente.
No bebas con el estómago vacío
Antes de embarcarte en una noche de copas con tus amigos, come algo, por el amor de Dios. No nos referimos a un simple rollo de sushi o a una ensalada de acompañamiento. Toma una comida abundante con carbohidratos, proteínas y un poco de grasa para preparar tu estómago para la fiesta que te espera. La pasta o una comida de carne y patatas siempre son buenas opciones.
Bebe agua
El consumo de alcohol provoca deshidratación, lo que, a su vez, causa dolores de cabeza. Tómate un vaso lleno de agua antes de salir de casa y asegúrate de beber constantemente H2O durante toda la noche. Luego, termina la noche con un vaso más de agua antes de acostarte. Puede que no te ayude a eludir la resaca por completo, pero te ayudará a recuperarte más rápido.
Bebe cócteles bajos en azúcar
El consumo de bebidas alcohólicas azucaradas hará que tu nivel de azúcar en la sangre se dispare, preparando el camino para los dolores de cabeza al caer. Por mucho que nos guste nuestra Piña Colada, es mejor limitarse a una antes de pasar a algo menos azucarado como un Gin Rickey o un Whiskey Highball.
Mantente despierto
Al volver a casa después de una noche de fiesta, lucha contra tu primer instinto de tirarte a la cama. En su lugar, pon un episodio de la serie que estás viendo y pasa una hora bebiendo agua. Cuando dormimos, nuestro metabolismo se ralentiza significativamente, lo que hace que sea mucho más difícil para nuestro cuerpo procesar todo ese alcohol. Pasar un poco más de tiempo despierto e hidratado ayudará a dar a tu sistema una ventaja y reducirá el tiempo de sufrimiento a la mañana siguiente.
Si todo falla, automedícate
Si tomas todas las medidas de precaución pero sigues siendo presa del temido día después, hay formas de acelerar el proceso de recuperación. En primer lugar, hidrátate. El agua, el agua de coco y el té de manzanilla son excelentes opciones: simplemente, introduzca algo de líquido en su deshidratado cuerpo. Luego, por poco apetecible que parezca, come algo. Tu cuerpo necesita las calorías para poner en marcha tu metabolismo. Los huevos contienen grandes cantidades de cisteína, una sustancia que ayuda a descomponer el acetaldehído, una toxina que induce a la resaca, por lo que son una gran opción. (Nos gustan más en un sándwich de desayuno inspirado en el tiki). Si todo lo demás falla, prueba un poco de pelo de perro. No te curará la resaca, pero te ayudará a retrasar el dolor.