¿Qué es el impétigo?
El impétigo es una infección bacteriana altamente contagiosa que causa ampollas rojas y costrosas en la piel. Lo contraen con más frecuencia los niños y las ampollas suelen aparecer agrupadas alrededor de la nariz y la boca.
El impétigo es una afección común y representa alrededor del 10% de todas las visitas pediátricas relacionadas con la piel. La mayoría de las infecciones por impétigo están causadas por la bacteria Staphylococcus aureus y no son potencialmente mortales, sin embargo, pueden surgir complicaciones.
Cualquier contacto con la bacteria, incluyendo el contacto con ropa, juguetes o mantas, que hayan sido tocadas a alguien portador de la bacteria puede provocar la infección. La enfermedad es especialmente frecuente en los países en vías de desarrollo y se suele contraer durante los viajes.
¿Quién corre el riesgo de contraer impétigo?
Los niños de entre 2 y 5 años son los más propensos a contraer impétigo, aunque los bebés, las personas mayores, las personas con diabetes y las que tienen el sistema inmunitario debilitado también corren riesgo. Los siguientes factores también pueden aumentar la posibilidad de contraer la infección:
Factores de riesgo del impétigo
- Piel rota: una erupción, una picadura de insecto o un corte pueden permitir que las bacterias entren en el cuerpo
- Calor y humedad: las infecciones son más comunes en los meses de verano
- Áreas concurridas: la bacteria se propaga fácilmente en las multitudes y es especialmente frecuente en la escuela, la guardería y otros entornos grupales
- Deportes de contacto: participar en la lucha libre y otros deportes de contacto aumenta el riesgo de entrar en contacto con la bacteria
Síntomas
El impétigo se caracteriza por la aparición de llagas rojas, o ampollas, que se rompen y supuran durante unos días y luego forman una costra de color bronceado antes de curarse. Las ampollas pueden picar y ser dolorosas, pero las molestias suelen ser leves. En algunos casos puede haber fiebre y glándulas inflamadas mientras el cuerpo lucha contra la infección.
Las ampollas se encuentran comúnmente en:
- La zona de la piel alrededor de la boca y la nariz
- Las manos y los pies
- El tronco (más común en los bebés)
- Impétigo bulloso: Normalmente se encuentra en bebés y niños pequeños, los síntomas incluyen ampollas más grandes que residen en áreas entre dos pliegues de la piel como en la axila, la ingle, entre los dedos de las manos, los dedos de los pies, los pechos y las nalgas. Esta forma de impétigo es menos común y puede crear un anillo de ampollas que rodea la zona del pañal, causando molestias al bebé.
- Ectima: Esta forma más grave de la infección se denomina a veces «impétigo profundo», ya que afecta a las capas más profundas de la piel. Las ampollas son pequeñas con bordes rojos, a veces llenas de pus, y más dolorosas. Las ampollas de ectima pueden convertirse en úlceras y es más probable que causen cicatrices.
En la mayoría de los casos, las ampollas duran unos días y luego dejan una marca roja durante aproximadamente una semana. En las formas leves de la infección, las ampollas se curan sin dejar cicatrices.
Diferentes tipos de impétigo:
Hay algunas otras formas de impétigo que son más graves y pueden afectar a diferentes poblaciones:
Complicaciones del impétigo grave
El impétigo no suele ser peligroso, pero hay complicaciones que pueden ocurrir en casos graves como:
- Cicatrices: Las ampollas más profundas y graves asociadas al ectima pueden dejar una cicatriz después de la curación.
- Celulitis: una infección que se produce debajo de la capa superior de la piel puede extenderse potencialmente y convertirse en una amenaza para la vida si no se trata.
- Problemas renales: una cepa de bacterias que puede causar impétigo también puede causar daños en los riñones.
- Quédese en casa, mantenga a los niños en casa sin ir a la escuela ni a otras salidas hasta que dejen de ser contagiosos
- Absténgase de picar/rascarse y mantenga las uñas cortas para evitar daños en la piel y la propagación de las bacterias a otras zonas de la piel.
- Lavar la zona infectada con agua jabonosa y cubrirla con una gasa u otra barrera protectora.
- Lavar toda la ropa, toallas, juguetes y ropa de cama de las personas infectadas y no permitir que se comparta entre hermanos
Prevención y contención
Dado que esta bacteria se propaga con tanta facilidad, la mejor manera de mantener a raya las infecciones es mantener una higiene adecuada. Mantenga la piel limpia, especialmente los cortes, los rasguños, las picaduras de insectos y la piel seca.
Si contrae impétigo, se pueden tomar algunas precauciones para proteger a los demás:
Tratamiento convencional para el impétigo
La mayoría de los médicos convencionales tratarán el impétigo utilizando pomadas tópicas, apósitos y terapia antibiótica. La terapia con antibióticos para el impétigo se aplica típicamente de forma tópica o en combinación con antibióticos sistémicos.
Se está extendiendo el conocimiento de que el uso innecesario de antibióticos no es saludable para la salud intestinal de un niño o un adulto, que es donde se encuentra la mayor parte de nuestro sistema inmunológico. El uso excesivo de antibióticos ha conducido a la aparición de superbacterias y a la alteración de la función del microbioma intestinal, lo que puede provocar todo tipo de problemas más adelante. Por esta razón, adoptamos un enfoque alternativo y tratamos de minimizar el uso de antibióticos siempre que sea posible.