Preocupaciones éticas y de seguridad
Algunos aspectos de la terapia génica, como la manipulación y selección genética, la investigación con tejidos embrionarios y la experimentación con seres humanos, han suscitado controversias éticas y preocupaciones de seguridad. Algunas objeciones a la terapia génica se basan en la opinión de que el ser humano no debe «jugar a ser Dios» e interferir en el orden natural. Por otro lado, otros han argumentado que la ingeniería genética puede estar justificada cuando es coherente con los propósitos de Dios como creador. Algunos críticos están especialmente preocupados por la seguridad de la terapia génica germinal, porque cualquier daño causado por ese tratamiento podría transmitirse a las generaciones sucesivas. Los beneficios, sin embargo, también se transmitirían indefinidamente. También se ha expresado la preocupación de que el uso de la terapia génica somática pueda afectar a las células germinales.
Aunque se ha informado del uso con éxito de la terapia génica somática, los ensayos clínicos han revelado riesgos. En 1999, el adolescente estadounidense Jesse Gelsinger murió tras haber participado en un ensayo de terapia génica. En el año 2000, unos investigadores franceses anunciaron que habían utilizado con éxito la terapia génica para tratar a niños que padecían SCID ligada al cromosoma X (un trastorno hereditario que afecta a los varones). Los investigadores trataron a 11 pacientes, dos de los cuales desarrollaron posteriormente una enfermedad similar a la leucemia. Estos resultados ponen de manifiesto las dificultades previstas en el uso de vectores virales en la terapia génica somática. Aunque los virus que se utilizan como vectores están desactivados para que no puedan replicarse, los pacientes pueden sufrir una respuesta inmunitaria.
Otra preocupación asociada a la terapia génica es que representa una forma de eugenesia, que pretende mejorar las generaciones futuras mediante la selección de los rasgos deseados. Mientras que algunos han argumentado que la terapia génica es eugenésica, otros afirman que es un tratamiento que puede adoptarse para evitar la discapacidad. Para otros, esta visión de la terapia génica legitima el llamado modelo médico de la discapacidad (en el que ésta se considera un problema individual que debe solucionarse con la medicina) y suscita en la gente esperanzas de nuevos tratamientos que quizá nunca se materialicen.
John Harris Catherine Stanton Los editores de la Enciclopedia Británica