Son las 4:30 a.m. Todavía está oscuro. Y sin embargo, tu hijo de 1 año está completamente despierto y listo para el día. Es demasiado temprano para esto.
¿Ha notado que su bebé o niño mayor (de aproximadamente 9 meses a 4 años) se ha estado despertando para el día a una hora inusualmente temprana-entre las 4 y las 6 de la mañana? No es el único. Seguramente te preguntarás por qué ocurre esto y, sobre todo, cómo ayudar a tu hijo a despertarse más tarde.
En primer lugar, seamos realistas. ¡Los bebés no se acuestan como los adolescentes! La hora normal de despertar de los bebés, en sincronía con sus ritmos circadianos (el reloj interno del cuerpo), es entre las 6 y las 7:30 a.m. Cualquier momento antes de las 6 a.m. se considera un despertar nocturno, por lo que el objetivo es cambiar a su madrugador para que se despierte después de las 6 a.m.
La buena noticia es que cambiar la hora de despertar es más fácil de lo que usted cree. Se trata de entender por qué su hijo puede estar despertando temprano, y luego resolver esos problemas. Los despertares tempranos son más comunes entre las 3 y las 6 de la mañana, durante las etapas más ligeras del sueño. A veces, cuando los bebés o los niños pequeños se despiertan a esa hora, parecen contentos y listos para empezar el día, aunque usted no lo esté.
Aquí tiene las tres razones más comunes por las que los bebés y los niños pequeños se despiertan demasiado temprano:
- Una hora de acostarse demasiado temprana O demasiado tarde, según el horario de la siesta diurna: Por ejemplo, si su hijo pequeño durmió una siesta corta y la hora de acostarse fue demasiado tarde, pueden producirse levantamientos tempranos. O un día de siestas demasiado largas también puede provocar despertares tempranos en un bebé que no necesita dormir tanto durante el día.
- Un entorno de sueño poco ideal. Si la habitación no está lo suficientemente oscura, especialmente en las primeras horas de la mañana, puede provocar despertares tempranos y sostenidos. Es muy difícil volver a conciliar el sueño si la habitación está demasiado iluminada por la mañana. Además, si no está lo suficientemente fresca o el aire es demasiado seco, por ejemplo, puede ser difícil mantener el sueño durante toda la noche.
- La incapacidad para autocalmarse: Si tu hijo necesita ayuda para dormirse, cuando se despierte también necesitará ayuda para volver a dormirse.
Una vez que identifiques las causas, entonces podrás ayudar a tu pequeño a dormir más tarde por la mañana. Estas soluciones se basan en una acción consistente y repetida por parte de los cuidadores para tener éxito.
- En primer lugar, evite que duerma demasiado o muy poco durante el día. Si un niño duerme la siesta más de lo que es apropiado para su edad, o no descansa en absoluto durante el día, puede estar demasiado cansado o no estar preparado para acomodarse a la hora de dormir. El cansancio excesivo también puede contribuir a las interrupciones del sueño durante la noche y las primeras horas de la mañana. Mantener un horario de sueño rutinario durante el día, con siestas obligadas con regularidad y una hora de acostarse bien programada en función de las siestas, suele ser la mejor manera de crear un horario de sueño consistente.
- En segundo lugar, trabaje para ayudar a su hijo a aprender a autocalmarse tanto a la hora de acostarse como cuando se despierta temprano. Si se despiertan durante la noche o las primeras horas de la mañana, resista el impulso de ir inmediatamente hacia ellos y calmarlos. Tienen que aprender a autocalmarse para volver a dormir sin necesidad de ayuda. Una herramienta útil para los niños de más de 18 meses es un temporizador nocturno. Dado que los niños no tienen una verdadera noción del tiempo hasta pasados un par de años, estos temporizadores pueden hacer que los niños sepan cuándo deben esperar que sus padres vuelvan por la mañana cambiando de color (por ejemplo, el rojo significa que se queden en la cama, el verde significa que los padres vuelven).
- En tercer lugar, cree un entorno óptimo para el sueño. Las cortinas opacas mantienen la habitación a oscuras, asegurando que la luz exterior no interrumpa el sueño del bebé (especialmente durante los despertares matutinos y las siestas diurnas). Para que el aire seco no contribuya a los despertares tempranos, considera la posibilidad de utilizar un humidificador. La temperatura ideal para el dormitorio es de 68-72 grados durante el sueño. Además, los aparatos de sonido que proporcionan un ruido blanco continuo y constante pueden ayudar a que el sueño sea duradero y de buena calidad.
- Por último, asegúrese de que no tienen hambre ni sed a la hora de acostarse (dentro de lo razonable). Dejar un vaso de agua al lado de la cama de un niño pequeño podría darle la opción de tomar un trago cuando se despierte temprano, y luego (con suerte) volver a dormir por su cuenta, sin involucrar a los padres.
¡No dejes que el hecho de que tu hijo se levante temprano te deje perplejo! Los niños pequeños se despiertan de forma natural entre las 6 y las 7:30 de la mañana; si el tuyo se despierta antes de esa hora, piensa en qué puede estar provocando que tu hijo se despierte antes de tiempo y, a continuación, utiliza estos consejos para ayudar a cambiar esa hora de despertarse a una hora más razonable. Responder a la situación, rápidamente, es la clave para modificar este comportamiento. Recuerde mirar siempre el panorama general y resolver todas las variables posibles para superar realmente el problema de los madrugones.
Una vez dominado este reto, el bebé y los padres podrán (por fin) tener un buen descanso nocturno y matutino.