Si ha estado lidiando con una tos persistente, puede preguntarse – ¿podría ser bronquitis? La bronquitis es una enfermedad en la que se inflama el revestimiento de los conductos que llevan el aire hacia y desde los pulmones, llamados bronquios. Hay dos tipos principales de bronquitis: aguda y crónica.
La mayoría de los casos de bronquitis aguda están causados por una infección vírica, como un resfriado o una gripe, que comienza en la nariz o los senos paranasales y se desplaza hacia las vías respiratorias. (1)
La mayoría de los casos de bronquitis aguda se resuelven por sí solos sin intervención, afirma el doctor Fernando Holguín, MPH, profesor asociado de medicina en la Facultad de Medicina de la Universidad de Colorado y director del programa de investigación clínica del asma en el Centro de Pulmones y Respiración del Hospital de la Universidad de Colorado en Aurora. La bronquitis aguda suele desaparecer en un plazo de 3 a 10 días, pero la tos puede durar varias semanas más después de que la infección haya desaparecido. Los síntomas de la bronquitis no son contagiosos, pero las causas subyacentes, como un resfriado o la gripe, pueden transmitirse de una persona a otra.
La bronquitis crónica es una afección de larga duración caracterizada por una tos que produce grandes cantidades de esputo, y la tos dura de dos a tres meses al año durante al menos dos años. Esta afección suele ser el resultado de una exposición prolongada al humo del tabaco y a otros irritantes pulmonares, como el polvo, los gases y la contaminación atmosférica. En el caso de la bronquitis crónica, la tos suele ser peor por la mañana temprano y por la noche, dice el Dr. Holguín. «Se convierte en una parte de la vida cotidiana», dice Holguín. «Puede ser angustioso y afectar a la calidad de vida de uno».
La bronquitis crónica, junto con el enfisema, se conocen comúnmente como EPOC, o enfermedad pulmonar obstructiva crónica. El resto de este artículo se centrará en la bronquitis aguda y sus signos y síntomas comunes.