Con la primera semana de embarazo empieza un precioso camino con numerosos cambios, cuyo resultado final será el nacimiento de un bebé. El embarazo es el tiempo comprendido entre la fecundación y el parto. Esta primera semana corresponde, en realidad, al periodo menstrual, ya que la fecha del parto se calcula desde el primer día de la última regla.
Esto es lo que ocurre dentro de tu cuerpo en ese inicio de la gestación:
El bebé
El óvulo femenino se divide por primera vez un día después de haber sido fecundado por el espermatozoide masculino. A partir de ahí, continúa la división, formándose una especie de bola denominada blastocisto, que es una célula embrionaria, no diferenciada, que se forma antes de crearse la capa germinal, la cual puede llegar a tener en los primeros cuatro días más de 100 células.
A partir del quinto día, las células comienzan a separarse en dos grupos. El primer grupo de células constituirán el aro exterior y crearán la placenta, la cual acogerá al bebé. El segundo grupo de células son las que constituyen el aro interior. Se denominan células madre, y tienen la capacidad de transformarse en más de 200 clases de células de cualquier parte del cuerpo, que más adelante se convertirán en el embrión.
Una vez transcurridos siete días, el óvulo fertilizado baja por las trompas de Falopio hacia el útero, buscando así su lugar de implantación, que será su morada en los próximos nueve meses.
La mamá
La mamá experimentará una serie de cambios físicos, metabólicos, fisiológicos, etcétera, que tienen como objeto salvaguardar, alimentar y desarrollar la nueva vida que empieza a crecer en su interior.
Existen mujeres que no sienten ningún tipo de síntoma que indique que pudieran estar embarazadas, por lo que solo se enteran cuando descubren el retraso de su menstruación. En cambio, hay otras que empiezan a sentir diferentes síntomas como:
- Cansancio.
- Náuseas o vómitos, generalmente a primera hora de la mañana.
- Aumento del tamaño de los pechos.
- Más ganas de orinar, debido al crecimiento del tamaño del útero, el cual ejerce presión sobre la vejiga.
- El sentido del olfato se desarrolla más de lo normal.
- Tiene algún antojo
- Aumento de presión en la pelvis y en la cadera.
La mujer experimentará inestabilidad en su estado emocional, teniendo ganas de reír, llorar, cambios bruscos de actitud, nervios…, debido a la acción de las hormonas.
El embarazo es una etapa de la vida única, y especial, en la cual se recomienda ser positiva y tratar de no obsesionarse con miedos e inseguridades.
La placenta
Es un órgano materno-fetal, encargado de la alimentación y eliminación de los catabolitos (urea, dióxido de carbono, bilirrubina…) que vienen del feto. La placenta puede pesar medio kilo cuando alcanza su máximo desarrollo, conteniendo 150 mL de sangre.
El intercambio de sustancias entre la madre y el feto se realiza a través de la barrera de la placenta, que es la que separa la sangre de la madre de la del feto, protegiéndole también de virus y bacterias, que no pueden atravesar esta barrera, a no ser que hayan destruido algún punto de la misma para poder introducirse.