Objetivos: Determinar el bienestar sintomático de los ancianos con hipertensión sistólica aislada.
Diseño y entorno: Bienestar determinado durante el periodo de rodaje con placebo antes de la entrada en el ensayo de Hipertensión Sistólica en Europa (SYST-EUR).
Sujetos: 641 Personas de 60 años o más con una presión arterial media en posición sentada de 173/86 mm Hg.
Medidas de resultado: 33 quejas sintomáticas determinadas por una entrevista estándar.
Resultados: Las 437 mujeres se quejaron del 25% de los síntomas y los 204 hombres del 21% (P<0,001). Se observó una prevalencia notablemente mayor en las mujeres en comparación con los hombres para: dolor en las articulaciones de las manos (el 35% de las mujeres se quejaron de ello frente al 22% de los hombres); «corazón acelerado» (33% frente al 17%); sequedad de ojos (16% frente al 6%); visión borrosa (35% frente al 23%); calambres en las piernas (43% frente al 31%); y dolor de garganta (15% frente al 7%). La nicturia fue la queja más frecuente (68% en ambos sexos). Ocho síntomas aumentaban con la edad y uno (erupción cutánea) tendía a disminuir. Con el aumento de la presión sistólica, las mujeres también declararon más dolores de cabeza, inestabilidad, visión borrosa, latidos irregulares y «corazón acelerado», pero, de éstos, sólo los dolores de cabeza aumentaron con la presión diastólica. Estas observaciones se realizaron tras ajustar la edad, la glucemia y el índice de masa corporal (IMC) y no se observaron en los hombres. Los niveles más altos de azúcar en sangre se asociaron a úlceras en la boca, «corazón acelerado», visión borrosa y calambres en las piernas. Un mayor IMC se asoció a seis síntomas, y una menor edad de finalización de los estudios a ocho. En los hombres, el consumo de alcohol se relacionó con la «aceleración del corazón», y el tabaquismo con las sibilancias y la tos seca.
Conclusiones: Un alto nivel de quejas se asoció con el sexo femenino, el aumento de la edad, la glucemia y el IMC, y una edad baja para dejar los estudios.