Gestión del plan de respuesta a incidentes
La respuesta a incidentes no es diferente de cualquier otro aspecto de la seguridad de la información. Requiere una planificación minuciosa, una supervisión continua y unas métricas claras para poder medir adecuadamente los esfuerzos. Las iniciativas de gestión continua incluyen el establecimiento y la supervisión de los objetivos de respuesta a incidentes, la comprobación periódica del IRP para garantizar su eficacia y la formación de todas las partes necesarias sobre los procedimientos de respuesta a incidentes aplicables. Las métricas específicas utilizadas para medir la eficacia de las iniciativas de respuesta a incidentes podrían incluir:
- Número de incidentes detectados.
- Número de incidentes pasados por alto.
- Número de incidentes que requieren una acción.
- Número de incidentes repetidos.
- El plazo de remediación.
- Número de incidentes que condujeron a brechas.
- Revisiones y actualizaciones del plan de respuesta a incidentes de rutina.
- La planificación y ejecución de escenarios de prueba de respuesta a incidentes.
- Cuestiones de integración con iniciativas de seguridad relacionadas, como la concienciación en materia de seguridad, los sistemas de detección técnica, la formación de los empleados y las pruebas de vulnerabilidad y penetración.
- La notificación de eventos de seguridad a la dirección ejecutiva o a partes externas.
- La adquisición de tecnologías adicionales que puedan proporcionar una mayor visibilidad y control de la red.
Además, los objetivos de respuesta a incidentes podrían incluir áreas que implican:
Planes de respuesta a incidentes frente a planes de continuidad del negocio
Con los objetivos de mantener las operaciones normales y minimizar el impacto de los eventos imprevistos, la respuesta a incidentes podría considerarse parte del proceso de continuidad del negocio. Teniendo en cuenta lo que está en juego y las diferentes variables que intervienen, como las personas, las tecnologías y los procesos de negocio, la respuesta a incidentes debe tener los más altos niveles de visibilidad dentro de la organización. Un IRP se dedica a los incidentes y las violaciones que afectan a las redes y los ordenadores, las aplicaciones y las bases de datos y los activos de información relacionados. Por lo tanto, a la mayoría de las organizaciones les conviene mantener el plan de respuesta a incidentes en un documento independiente, separado del plan de continuidad del negocio, aunque con referencias a él. Lo más importante es asegurar que el plan de respuesta a incidentes sea fácilmente accesible por todos los miembros del equipo cuando se necesite.