Los fitoquímicos son compuestos naturales que se encuentran en las plantas y que son los responsables del color, el sabor y el aroma de los alimentos.
Además de estos agradables atributos, nos protegen de los carcinógenos ambientales y de los ingeridos al armar enzimas antioxidantes y mejorar las vías de reparación del ADN. También tienen efectos directos sobre las características fundamentales de la progresión del cáncer y la metástasis.
No es de extrañar, pues, que el Fondo Mundial para la Investigación del Cáncer y otros organismos académicos informen de que las personas que consumen alimentos ricos en fitoquímicos tienen un menor riesgo de padecer cáncer o de recaer después de los tratamientos.
¿Qué alimentos tienen un alto contenido en fitoquímicos?
Hay una amplia gama de fitoquímicos en la dieta, pero uno de los grupos más conocidos son los polifenoles. La ingesta media total de polifenoles en la dieta es de más de 1g al día, lo que es hasta diez veces mayor que la de todas las demás clases de fitoquímicos y antioxidantes dietéticos conocidos.1
Hay tres grupos principales de fitoquímicos:
1. Polifenoles – subcategorizados como los flavonoides, los ácidos fenólicos y otros polifenoles no flavonoides
Flavonoides:
- Flavonoles: quercetina, kaempferol (cebollas, col rizada, puerros, brócoli, trigo sarraceno,, té, manzanas)
- Flavonas: apigenina, luteolina (apio, hierbas, perejil, manzanilla, té rooibos, pimienta de pimiento)
- Isoflavonas: genisteína, daidzeína, gliciteína (soja, judías, garbanzos, alfalfa, cacahuetes)
- Flavanonas: naringenina, hesperitina (cítricos)
- Antocianidinas (uvas rojas, arándanos, cerezas, fresas, moras, frambuesas, té)
- Flavan-3-oles (taninos): catequinas, epicatequina, galato de epigalocatequina (té, chocolate, uvas)
- Flavanoles: silimarina, silibinina, aromadedrina (cardo mariano, cebollas rojas)
- Dihidrocalcones: floridzina, aspalatina (manzanas, té rooibos)
- Ácidos hidrobenzoicos: ácido gálico, ácido elágico, ácido vanílico (ruibarbo, semilla de uva, frambuesas, moras, granada, vainilla, té)
- Ácidos hidroxicinámicos: ácido ferúlico, ácido P-cumárico, ácido cafeico, ácido sinápico (salvado de trigo, canela, café, kiwi, ciruelas, arándanos)
- Otros taninos (cereales, frutas, bayas, judías, frutos secos, vino, cacao)
- Curcuminoides: curcumina (cúrcuma)
- Estilbenos: ácido cinámico, resveratrol (uvas, vino, arándanos, cacahuetes, frambuesas)
- Lignanos: secoisolariciresinol, enterolactona, sesamina (cereales, linaza, semillas de sésamo)
- Alfa, beta y gamma caroteno (batata, zanahorias, calabaza, col rizada)
- Luteína (maíz, huevos, col rizada, espinacas, pimiento rojo, calabaza, naranjas, ruibarbo, ciruela, mango, papaya)
- Zeaxantina (maíz, huevos, col rizada, espinacas, pimiento rojo, calabaza, naranjas)
- Licopeno (tomates sandía, pomelo rosa, guayaba, papaya)
- Astaxantina (salmón, gambas, krill, cangrejo)
- Saponinas (garbanzos, soja)
- Limoneno (la corteza de los cítricos)
- Alcohol Perillil (cerezas, semillas de alcaravea, menta)
- Fitosteroles: colesterol natural, siosterol, estigmasterol, campesterol (aceites vegetales, granos de cereales, frutos secos, brotes, semillas y sus aceites, granos enteros, legumbres)
- Ácido ursólico (manzanas, arándanos, ciruelas pasas, menta, orégano, tomillo)
- Ginkgólido y bilobálido (Ginkgo biloba)
- Isotiocianatos (sulforafano) y ditioltiones (crucíferas vegetales como el brócoli, los espárragos, las coles de Bruselas, la coliflor, el rábano picante, el rábano y la mostaza)
- Alicina y S-alil cisteína (ajo, puerros, cebollas)
- Indole-3-carbinol (brócoli, coles de Bruselas)
- Las betaínas (remolacha)
- Las clorofilas (verduras de hoja verde)
- Capsaicina (chile)
- Peperina (pimientos negros)
Ácidos fenólicos:
Otros polifenoles no flavonoides:
2. Terpenoides – subcategorizados como los carotenoides y los terpenoides no carotenoides
Terpenoides carotenoides:
Terpenoides no carotenoides:
3. Tioles: incluye los glucosinolatos, los sulfuros alílicos y los indoles que no contienen azufre
Glucosinolatos:
Sulfuros alílicos:
Indoles:
Otros grupos de fitoquímicos, que aunque tienen algunas propiedades dentro de estos grupos, se han clasificado dentro de una categoría miscelánea, que incluye:
¿Por qué son importantes los fitoquímicos?
Los beneficios para la salud de los alimentos ricos en fitoquímicos o de los suplementos nutricionales concentrados se destacan a menudo en los medios de comunicación médicos y populares, y por lo tanto son un tema de conversación cada vez más frecuente entre los médicos y sus pacientes, especialmente los enfermos de cáncer que tienen un interés particular en las estrategias de autoayuda sin receta2,3.
Hay pruebas cada vez más convincentes que demuestran que los fitoquímicos de las plantas, en particular los polifenoles, tienen beneficios significativos para los seres humanos, como la reducción de nuestro riesgo de cáncer y la ayuda a las personas que viven con y más allá de los tratamientos.
Los programas de «vivir bien», que se están introduciendo lentamente en el Reino Unido, están empezando a destacar la importancia de las dietas ricas en fitoquímicos, así como otros factores del estilo de vida, impulsados en gran medida por la Iniciativa Nacional de Supervivencia y las directrices de organizaciones influyentes como la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO).
Ir un paso más allá y concentrar estos alimentos, o los elementos extraídos de estos alimentos, en suplementos nutricionales da la oportunidad de potenciar sus efectos beneficiosos contra el cáncer, pero tienen sus escollos. Los estudios sobre minerales, vitaminas y suplementos fitoestrógenos concentrados han informado de efectos perjudiciales. Ningún estudio ha informado de los efectos perjudiciales de los suplementos alimenticios enteros, no fitoestrogénicos, y algunos han informado de ventajas significativas.
A pesar de estos beneficios potenciales y de los informes de que más del 60% de los pacientes que viven con y más allá del cáncer toman suplementos nutricionales, los oncólogos han sido reacios a discutir sus pros y sus contras debido a la falta de ensayos controlados aleatorios de instituciones académicas4,5. Es de esperar que esta tendencia cambie, especialmente tras el éxito del estudio Pomi-T6 y los estudios en curso registrados en el Instituto Nacional del Cáncer.
Fuentes:
- Scalbert A, Johnson I y Satlmarsh M. Polyphenols: antioxidants and beyond. American Journal of Clinical Nutrition 2005;81(1): 215S-217S.
- Bauer CM, Johnson EK, Beebe-Dimmer JL, et al. Prevalencia y correlación del uso de vitaminas y suplementos entre hombres con antecedentes familiares de cáncer de próstata. Integrative Cancer Therapies 2012;11(2): 83-89.
- Uzzo RG, Brown JG, Horwitz EM, et al. Prevalencia y patrones de suplementación nutricional autoiniciada en hombres con alto riesgo de cáncer de próstata. British Journal of Urology International 2004;93(7): 955-960.
- Voorrips LE1, Goldbohm RA, van Poppel G, et al. Vegetable and fruit consumption and risks of colon and rectal cancer in a prospective cohort study: The Netherlands Cohort Study on Diet and Cancer. American Journal of Epidemiology 2000 Dec 1;152(11): 1081-92.
- Liao J, yang GY, Park ES (2004). Inhibición de la carcinogénesis pulmonar y efectos sobre la angiogénesis y la apoptosis en ratones a los que se les administró té verde. Nutrition and Cancer 2004;48(1): 44-53.
- Thomas R, Williams M, Bellamy P, et al. A double blind, placebo controlled randomised trial (RCT) evaluating the effect of a polyphenol rich whole food supplement on PSA progression in men with prostate cancer – The UK National Cancer Research Network (NCRN) Pomi-T study. Cáncer de próstata y enfermedades prostáticas 2014;17: 180-186.