Nadie teje un cuento más terrorífico que Stephen King. Una de sus obras más populares, adaptada a la pantalla, es Christine. Esta espeluznante historia sobre un coche embrujado que atropella a víctimas desprevenidas es conocida por la mayoría. Nos sumergimos para saber más sobre el coche clásico que protagoniza esta espeluznante obra de Stephen King. Qué tipo de coche es «Christine?»
El coche protagonista
El brillante y rojo coche asesino es el protagonista de la historia y de la película. Los entusiastas podrán saber de inmediato de qué modelo se trata. Pero, para los que no puedan, «Christine» es un Plymouth Fury de 1958. Al parecer, Stephen King eligió este modelo en parte porque se consideraba que no era tan destacado y estaba parcialmente olvidado.
King sintió que el Fury encarnaría la rabia que su historia insistía en que este coche poseyera. Además, no quería que el vehículo protagonista fuera uno con una reputación legendaria ya existente, como un Thunderbird. Quería un coche clásico, con un buen nombre, y una mínima percepción pública.
La premisa de la película
Si la historia y la película son nuevas para ti, puede ayudarte a entender la premisa. Stephen King publicó Christine en forma de libro en abril de 1983. Fue ese mismo año cuando la película del mismo nombre provocó escalofríos en el público estadounidense.
La historia es una clásica interpretación de chico conoce a chica; sólo que el adolescente friki se enamora de su Plymouth Fury de 1958. Pronto descubre que hay algo siniestro bajo el capó y que su querido coche es una máquina de matar, poseída por algo maligno. La furia es el tema principal, ya que el malvado Plymouth causa estragos en la vida del chico. Peor aún, simplemente no muere.
Datos divertidos sobre el coche
Aunque las películas de terror no sean lo tuyo, los aficionados a los coches clásicos aprecian el Plymouth Fury que es «Christine». Durante el rodaje de la terrorífica historia para la gran pantalla, se utilizaron más de 20 coches para interpretar diversas escenas.
Los productores compraron modelos Fury, pero también coches Belvedere y Savoy. La mayoría aparecieron o se utilizaron para papeles, y algunos se llevaron a la carretera para la alfombra roja del estreno de la película. Una vez finalizado el rodaje, los modelos que seguían intactos se vendían a los coleccionistas.
Uno de los coches de las estrellas de cine se vendió por 198.000 dólares. El valor medio de un Plymouth Fury de 1958 bien conservado, que no aparece en las películas, ronda los 47.700 dólares, según una herramienta de valoración de Hagerty.
La parte más dolorosa de la película para los amantes de los coches
Hay una escena, a pesar de todo el caos, que los amantes de los coches clásicos se encogen al ver. Al darse cuenta de que hay algo terrible en su coche, el personaje coge un mazo para su Plymouth Fury. Sus intentos de poner fin al reino del terror del Fury son inútiles.
El coche, en secuencias cuidadosamente filmadas, se recompone solo. Las escenas de regeneración se crearon utilizando bombas hidráulicas unidas a un doble de cuerpo. Las bombas succionaban los paneles del coche y, en sentido inverso, hacían que el coche pareciera repararse a sí mismo.
«Christine» llega a los salones del automóvil
En el SEMA Show 2019, este año en Las Vegas, los fans pudieron ver a «Christine» en persona. En la exhibición había un coche tributo al Plymouth Fury de 1958 que contaba con un motor Hemi crate de 1.000 CV. Otros modelos de homenaje aparecen en salones regionales y subastas de automóviles de todo el país. Es un coche clásico que se convirtió en una estrella de cine, gracias a Stephen King.
Si no has visto la película o leído el libro, Christine es muy recomendable. Los entusiastas de los coches clásicos reconocen el poder estelar añadido del coche encantado. Stephen King puso en el punto de mira al Plymouth Fury, y hasta los que no se consideran aficionados al género de terror adoran el cuento, y el coche.