Mientras tus pestañas protegen tus ojos, tus pulmones te permiten respirar y prácticamente todas las demás partes de tu cuerpo -por dentro y por fuera- realizan su propia tarea relativamente conocida, tu ombligo se queda ahí acumulando pelusas. Y si bien es cierto que tu ombligo cumplía su función más importante antes de que nacieras, no es totalmente inútil ahora.
Según ZME Science, cuando eras un feto, tu ombligo era más bien un portal de barriga: Tu cordón umbilical se extendía desde él y te conectaba con la placenta en la pared uterina de tu madre. De este modo, la placenta podía canalizar los nutrientes y el oxígeno hacia ti a través del cordón, y tú podías devolver los desechos.
Tu cordón umbilical se cortó cuando naciste, creando una pequeña protuberancia que dejó tras de sí algo de tejido cicatricial después de curarse. Ese tejido cicatrizal es tu ombligo o umbilical. Aunque puede que hayas oído que la forma de tu ombligo es el resultado directo de la habilidad con las tijeras del médico que te dio a luz, eso no es cierto. El Dr. Dan Polk, neonatólogo de la zona de Chicago, declaró al Chicago Tribune que la forma del ombligo «tiene que ver con la cantidad de piel del bebé que sale del cuerpo del mismo hacia el cordón umbilical. Menos piel hace un innie; más piel hace un outie». Alrededor del 90 por ciento de las personas tienen «innies».
Independientemente del aspecto de tu ombligo, probablemente no lo utilices a diario. Sin embargo, si has estudiado anatomía, medicina o un campo relacionado, puede que lo reconozcas como el punto central por el que el abdomen se divide en los siguientes cuadrantes: superior derecho, superior izquierdo, inferior derecho e inferior izquierdo. Otra forma de clasificar esa zona es en nueve regiones -incluyendo la hipocondríaca, la lumbar, la ilíaca, la epigástrica y la hipogástrica- con la región umbilical en el centro mismo.
Tu ombligo también puede servir como apertura para una cirugía laparoscópica, lo que puede evitarte tener una cicatriz en otra parte del abdomen.
El ombligo es un gran punto de referencia central fuera de la medicina, también. Si ha tomado clases de yoga o Pilates, es posible que haya oído hablar de él como centro de equilibrio o centro de gravedad. Debido a que se encuentra justo en la parte superior de sus músculos abdominales, su ombligo es un marcador fácil para que su instructor lo mencione cuando quiere que acceda a su núcleo, lo que le ayuda a equilibrarse.
Y, por supuesto, los ombligos son notorios por almacenar un poco de pelusa, que siempre parece ser azul (puede aprender más sobre eso aquí).
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