La clave está en el esqueje y en controlar el agua, la exposición a la luz y el contenedor. Los esquejes de árboles frescos en el agua necesitan mucha humedad para ayudarles a crecer las raíces para un trasplante exitoso. Para un solo esqueje, se puede utilizar una maceta. Cubre el fondo de la maceta con una bolsa de plástico transparente o, si es lo suficientemente pequeña, con una jarra de plástico cortada por la mitad. Esto mantendrá la humedad alta y facilitará el control del nivel de agua y el drenaje. Para cultivos más grandes de ramas cortadas, utiliza una bandeja de plástico con borde y un marco de alambre y plástico estirado en la parte superior. Rocía los esquejes con regularidad para mantener la humedad alta. Asegúrate de que hay agujeros en el fondo de las bolsas, jarras o bandejas de plástico para que el agua no se enrancie. Los esquejes necesitarán luz brillante, pero sin estar expuestos a la luz solar directa, que puede causarles problemas. Es posible que haya algunas hojas marchitas durante el proceso, por lo que basta con retirarlas para que la planta tenga una buena oportunidad de echar raíces sanas. El esqueje tardará entre unas semanas y unos meses en alcanzar su estado de pleno desarrollo. Una vez que las raíces sean largas, sanas y estén llenas de vida, estarán listas para ser trasplantadas.
¿Puedes conseguir que crezcan raíces de una rama de árbol?