Es una escena común: Estás sentado en tu escritorio, trabajando, mientras tu perro se tumba en tus pies debajo. O bien, estás leyendo en la cama y sientes que tu cachorro se acurruca contra tus piernas en el extremo del colchón. No es de extrañar que los perros adoren estar cerca de nosotros (y viceversa). Sin embargo, ¿es saludable y «normal» que se acuesten físicamente a los pies de sus humanos todo el tiempo? ¿Podría ser este comportamiento una señal de algo negativo? Sea cual sea la razón, acurrucarse con su perro nunca es algo malo, especialmente en las frías noches de invierno.
Aunque aquí hay algunas consideraciones respecto a este comportamiento:
La causa de los mimos
Como muchos de los comportamientos de nuestros perros, tumbarse a los pies tiene sus raíces en la mentalidad instintiva de manada. Los perros nacen y se crían en grupos, necesitando poco o ningún espacio entre ellos. En cambio, prosperan mientras cooperan, se comunican y -sí- se acurrucan juntos. Dicho esto, los perros pueden dar a sus humanos un lugar preferente en la cama o el sofá, ya que los consideran sus líderes de manada. Esta respetuosa deferencia es a menudo la razón por la que los perros duermen a los pies de la cama en lugar de, por ejemplo, extendidos sobre las almohadas.
Además, desde que son cachorros, los perros siguen a sus madres de cerca, a menudo directamente bajo sus pies. El deseo de tumbarse a sus pies no sólo proviene de un instinto de estar cerca de sus seres queridos, sino de buscar la protección de los líderes de la manada. Si su perro se pone continuamente a sus pies, es posible que se sienta más seguro allí. El hecho de que también sea un maravilloso calentador de pies es sólo otra ventaja para usted.
Posibles problemas
A pesar de la naturalidad del contacto entre perros y humanos, leer las señales de su propio perro es vital para entender la razón de su comportamiento. Un perro que se acobarda o se acurruca a sus pies -es decir, que se ve y se siente tenso, además de parecer inseguro o asustado- puede necesitar algo de ayuda. Aunque es importante que usted sea, ante todo, el faro de protección de su perro, puede que no sea saludable que su cachorro le utilice constantemente como manta de seguridad. Aprovechar estos momentos para trabajar en el adiestramiento positivo, o ponerle la correa a su perro para dar un pequeño paseo, puede ayudar a aliviar la mentalidad ansiosa en la que se encuentra. Al dar pasos positivos para que tu perro disminuya sus miedos o inseguridades, le estarás haciendo un favor a largo plazo a tu perro (y a su autoestima).
De forma similar, si tu perro está tenso mientras se tumba a tus pies pero de forma hostil o agresiva, es aconsejable dar pasos positivos para corregir este comportamiento también. Algunos perros se sientan o se acuestan sobre sus congéneres para expresar sentimientos de dominación o territoriales. Si tiene la sensación de que su perro es «dueño» de usted, considere la posibilidad de indicar a su cachorro que desea más espacio. Los perros que son recompensados por protegerte cuando no necesitas protección pueden continuar con este comportamiento hasta el punto de que se vuelva problemático.
La ansiedad por separación también puede convertir a un perro «velcro» en un perro que se siente inseguro al alejarse de tu lado. (O, en este caso, de tus pies.) Aunque es natural que tu perro quiera pasar el máximo de tiempo contigo, si tu perro se muestra ansioso si no te toca, entonces el comportamiento puede no ser saludable. Piense en formas de ayudar a su cachorro a aumentar su confianza en sí mismo. Dar largos paseos, salir a correr o de excursión, explorar nuevos lugares, ir al curso de agilidad, probar nuevos ejercicios o trucos, o conocer a otras personas o perros podría permitirle desarrollar un sentido más fuerte de sí mismo, así como sentirse más relajado en el mundo.
Pensamientos finales
Si su perro se tumba a sus pies es un estado agradable y natural tanto para el perro como para el humano, ¡siga con los mimos! En el caso de los perros que puedan mostrar signos de ansiedad por separación, miedo o dominancia, considere la posibilidad de trabajar en el establecimiento de límites saludables y felices. De esta manera, la cercanía física con su perro sigue siendo una experiencia cariñosa, reconfortante e incluso alegre para todos.
Por último, como siempre, cuando tenga dudas sobre un comportamiento que parezca preocupante, consulte a un profesional.