Un hombre de 34 años, con larga historia de diabetes mellitus, hipertensión y obesidad moderada se presentó en la Unidad de Dermatología para el diagnóstico de sus lesiones cutáneas. En la exploración clínica se observaron múltiples manchas irregulares de color marrón claro, con cicatrices atróficas y costras sobre grandes bullas en la cara anterior de ambas piernas (Fig. 1). Las lesiones cutáneas eran totalmente asintomáticas, la paciente no refería ningún traumatismo previo, ni ingesta de fármacos aparte de la insulina. La paciente refirió la aparición de las lesiones en los cultivos, durante el último año, a pesar del buen control del estado metabólico.
Su control glucémico era bueno con hemoglobina glicosilada (HbA1c) por debajo del 6-6,8%, no tenía neuropatía ni patología vascular asociada. Para excluir la insuficiencia venosa crónica expresada clínicamente por edema, dermatitis por estasis prurito, pérdida de cabello, lipodermatoesclerosis con o sin ulceración venosa, se realizó ecografía dúplex que resultó estar dentro de los límites normales.
Se tuvo en cuenta el diagnóstico de dermopatía diabética («manchas en las espinillas») y bullas diabéticas en el mismo paciente. Se recomendó la administración de antibióticos por vía oral, una higiene cuidadosa, esteroides tópicos de clase III y emolientes, y se aseguró un seguimiento estrecho del paciente durante los siguientes 6 meses.
Un informe reciente, en el que se evaluaron las complicaciones diabéticas, reveló datos sorprendentes: El 38,0% de los pacientes inscritos en el estudio tenían neuropatía, el 23,3% nefropatía, el 22,9% retinopatía y el 79,2% afectación cutánea.1
La prevalencia de las manifestaciones cutáneas se reporta por igual en la DM tipo 1 y en la DM tipo 2, pero estadísticamente los pacientes con DM tipo 2 son propensos a las infecciones cutáneas, mientras que los pacientes con DM tipo 1 son más susceptibles a los trastornos cutáneos autoinmunes.
Entre las manifestaciones cutáneas de la diabetes mellitus, la dermopatía diabética, también llamada «manchas en las espinillas» y las bullas diabéticas (‘bullosisdiabeticorum’) se consideran marcadores de diabetes o lesiones cutáneas con una fuerte asociación.2
La dermopatía diabética se describe en un porcentaje variable de pacientes: El 36% de los pacientes o el 7-70% de los diabéticos, con mayor frecuencia en hombres mayores de 50 años y se relaciona patológicamente con la microangiopatía diabética.3,4 La bullosis diabeticorum se reporta raramente (0,4%) en pacientes aunque se admite como marcador de diabetes mellitus.4
Las particularidades de este caso son que se trata de un paciente diabético joven, con diabetes mellitus tipo I, buen control glucémico, sin comorbilidades, y con dos marcadores cutáneos: dermopatía diabética y bulla diabética, presentes al mismo tiempo.