Aunque el modelo clásico ha sido muy útil para comprender el proceso de diferenciación de las HSC, cabe señalar que este modelo tiene algunas deficiencias en el sentido de que simplifica en exceso la complejidad de las células madre y progenitoras hematopoyéticas (HSPC), y sólo se basa en los marcadores de superficie y en el trasplante mediante células a granel. El análisis de las células a granel asume que cada célula, que tiene el mismo fenotipo, posee una función idéntica. Con los avances en la tecnología de células individuales y los modelos genéticos de ratón, este modelo clásico se ha puesto en tela de juicio en los últimos años, especialmente en la elucidación de la megacariopoyesis. Además, se han identificado nuevos tipos de HSPCs y se han estudiado ampliamente debido a sus sesgos de linaje.
Heterogeneidad en la salida del linaje de las HSCs y debates sobre la diferenciación de los megacariocitos
Utilizando el análisis de dilución limitante y el trasplante de una sola célula, los grupos de Sieburg y Eaves definieron las HSCs con sesgo mieloide (My-Bi), equilibradas (Ba) y con sesgo linfoide (Ly-Bi) basándose en la proporción de salidas de células mieloides y linfoides (Muller-Sieburg et al, 2002; Muller-Sieburg et al., 2004; Dykstra et al., 2007; Benz et al., 2012) (Fig. 2A y 2B). Además, también se ha informado de que las CMH con predisposición a las plaquetas son un subconjunto My-Bi que reside en la parte superior de la jerarquía hematopoyética (Sanjuan-Pla et al., 2013) (Fig. 2C). Los investigadores han reconocido desde hace tiempo el concepto de LT-HSCs y ST-HSCs. Basándose en el periodo de reconstitución, en varios laboratorios se han utilizado las HSC intermedias (IT-HSC), que se sitúan entre las LT-HSC y las ST-HSC y contribuyen a la reconstitución hasta 8 meses después del trasplante (Benveniste et al., 2010; Yamamoto et al., 2013). Además, Lu et al. realizaron un seguimiento de las HSC individuales in vivo utilizando un código de barras genético viral combinado con una secuenciación de alto rendimiento (Lu et al., 2011). También revelaron la heterogeneidad de la población de HSC. En este ensayo, demostraron que las HSC no contribuyen por igual a la progenie, y que coexisten dos patrones de diferenciación de HSC distintos en el mismo ratón receptor tras la irradiación. Un patrón de diferenciación consiste en poblaciones de células progenitoras que incluyen GMPs, MEPs y CLPs; el otro grupo consiste en células sanguíneas linfoides maduras. De forma similar, con el trasplante de una sola célula, Yamamoto et al. observaron que existen progenitores autorrenovables de linaje restringido en las CEH definidas fenotípicamente, que contienen progenitores repobladores de megacariocitos (MkRP), progenitores repobladores de megacariocitos-eritrocitos (MERP) y progenitores repobladores mieloides comunes (CMRP) (Yamamoto et al., 2013) (Fig. 2D). Este estudio sugiere que las células oligo, bi y unipotentes coexisten en las poblaciones de HSC. Además, los marcadores de la familia SLAM CD150 y CD229 pueden segregar las HSC en diferentes fracciones con capacidad de reconstitución de la diferenciación. En comparación con las HSC CD150med, las HSC CD150hi mostraron un mayor potencial de autorrenovación con diferenciación de tipo mieloide (Morita et al., 2010). Las HSC CD229- tienen un potencial de autorrenovación a largo plazo con un potencial de sesgo mieloide y forman todas las demás poblaciones de células madre y progenitoras, mientras que las HSC CD229+ parecen tener una menor capacidad de autorrenovación con un potencial de sesgo linfoide (Oguro et al., 2013). Los análisis ómicos unicelulares (Moignard et al., 2013; Wilson et al., 2015; Nestorowa et al., 2016; Buenrostro et al, 2018; Laurenti y Gottgens, 2018; Jacobsen y Nerlov, 2019), incluyendo la secuenciación de ARN unicelular (scRNA-seq) y el ensayo unicelular de cromatina accesible por transposasa mediante secuenciación (scATAC-seq), han descubierto aún más la presencia de heterogeneidad en las poblaciones de HSC más primitivas.