25.03.2020
La esclavitud no es algo del pasado, sino una realidad para más de 40 millones de personas en todo el mundo. DW habla con una de las organizaciones antiesclavistas más antiguas del mundo sobre por qué la esclavitud sigue existiendo hoy en día.
La esclavitud moderna traspasa las fronteras, afectando a personas de países de todo el mundo.
Una organización especialmente bien posicionada para explicar cómo persiste esta práctica es Anti-Slavery International, una organización fundada por el abolicionista William Wilberforce en 1839. Lleva más de 180 años luchando contra la esclavitud.
Hoy en día, la organización con sede en Londres ayuda a las personas a salir de la esclavitud moderna y les ayuda a construir su vida en libertad después. También trabajan para mejorar las políticas contra la esclavitud, a través de leyes y trabajando con las empresas para asegurarse de que las personas no son explotadas en las cadenas de suministro globales.
Anke Rasper de DW habló recientemente con Jakub Sobik de Anti-Slavery International sobre su trabajo.
La trata de personas es un gran negocio, según la Oficina de la ONU contra la Droga y el Delito. Sectores como la construcción o la minería explotan casi exclusivamente a hombres, mientras que las víctimas de la prostitución forzada y la explotación en hogares particulares suelen ser mujeres. Pero todos tienen algo en común: son coaccionados para trabajar mediante amenazas, el uso de la violencia o el fraude. La mayoría de los casos no se denuncian.
Una de cada cinco niñas se casa antes de cumplir los 18 años, según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF). No todos estos matrimonios son acuerdos forzados. Pero cada año millones de niñas menores de edad son obligadas a casarse antes de los 15 años. En muchos casos las sacan de la escuela y viven esencialmente como trabajadoras no remuneradas en la casa de su cónyuge. Muchas denuncian abusos físicos y sexuales en el matrimonio.
En todo el mundo, las niñas son explotadas como esclavas domésticas – por su propia familia o por extraños. A las familias pobres se les puede prometer que sus hijos tendrán la oportunidad de ir a la escuela. Pero una vez que se las llevan, estas niñas son encerradas en la casa y obligadas a trabajar entre 12 y 14 horas al día. Muchas sufren también abusos sexuales. El número de casos no denunciados es elevado, incluso en los países industrializados.
En esta forma de esclavitud, las víctimas son obligadas a trabajar para pagar una deuda. A menudo las deudas se acumulan, aunque toda la familia trabaje 10 horas al día en la fábrica de ladrillos o en las canteras, los campos o las minas de su propietario. A menudo las deudas también son heredadas por los hijos. La OIT calcula que hay unos 30 millones de personas que trabajan como esclavos por deudas, la mayoría de ellos en India y Pakistán.
Los inmigrantes ilegales son especialmente vulnerables a la explotación, independientemente del lugar del mundo en el que se encuentren. A menudo no tienen ningún lugar donde reclamar sus derechos, por lo general no hablan el idioma local y no saben a dónde pueden acudir en busca de ayuda. No está claro cuántos inmigrantes ilegales trabajan en la agricultura sólo en Europa. Pero muchos viven en condiciones pésimas mientras trabajan como esclavos por un salario muy inferior al mínimo.
DW: ¿Cuál es la diferencia entre las formas tradicionales de esclavitud que vimos en el siglo XIX y las actuales?
Jakub Sobik: Creo que la mayor diferencia es que la esclavitud, entendida históricamente, consiste en que las personas son literalmente dueñas de otras personas. Aunque estas formas de esclavitud todavía existen en algunos lugares (por ejemplo, en África Occidental), la esclavitud moderna consiste en explotar a las personas, en atraparlas para que trabajen o para que presten algún tipo de servicio, como la explotación sexual.
¿Quiénes son los más vulnerables y puede dar un ejemplo de cómo funciona?
Siempre hay personas que son más vulnerables que otras: personas que están en la pobreza, personas que son discriminadas y personas que no están muy protegidas por la ley.
Por ejemplo, en la India, un grupo de dalits -que son esencialmente una casta inferior- no gozan de ningún derecho. Se les discrimina. No tienen muchas oportunidades de conseguir buenos trabajos y no están protegidos por la ley porque esa casta se considera inferior. Cientos de miles de dalits son explotados en la industria del ladrillo -en fábricas de ladrillos de toda la India- y también en otras industrias. A menudo ocurre a través de la servidumbre por deudas y otras formas de explotación.
La servidumbre por deudas está muy extendida en Asia, he leído que allí se cuentan más de 30 millones de personas como parte de la servidumbre por deudas. Cuál es la situación?
Sí, la servidumbre por deudas está muy extendida en el sudeste asiático. En términos de trabajo en régimen de servidumbre, toda una generación de personas, familias enteras pueden estar en deuda con alguien durante generaciones. Inevitablemente pierden el control sobre esa deuda. El empleador mantiene el control de la deuda, añade intereses todo el tiempo y están atrapados en este ciclo de explotación del que son incapaces de salir.
Aunque en la India la servidumbre por deudas y el trabajo en régimen de servidumbre están prohibidos, la ley no se aplica. Vemos que todo el tiempo, cuando las personas (especialmente las de castas discriminadas, como los dalits) acuden a la policía, simplemente no se les escucha.
La deuda es probablemente la forma más común de atrapar a las personas en este tipo de situaciones de explotación. Lo vemos en la trata de personas, cuando alguien quiere un trabajo y va al extranjero a buscarlo, tiene que pagar los gastos de viaje y de contratación. A menudo, tienen que pedir prestado este dinero a los traficantes. De este modo, los traficantes se hacen con el control de estas personas vulnerables y pueden explotarlas en el lugar de destino.
Las cifras de la Organización Internacional del Trabajo dicen que unos 30 millones de personas están atrapadas en formas modernas de esclavitud en Asia y 9 millones en los países africanos. ¿Y en Europa y América del Norte?
Tenemos que tener muy claro que ningún país está libre de la esclavitud moderna. Aquí, en el Reino Unido, se calcula que hay hasta 138.000 personas atrapadas en la esclavitud moderna. Todos los países de Europa, incluida Alemania, tienen ese problema y en muchas formas diferentes. La más frecuente es probablemente el trabajo forzado. Se trafica con personas para ser explotadas en la agricultura, la construcción, la hostelería. Existe la trata para la explotación sexual y cada vez más la trata para actividades delictivas como el tráfico de drogas o para ser obligados a robar.
Eso suena a que muchas de las personas que se dedican a esto son delincuentes. ¿Es la aplicación de la ley el camino a seguir?
Para algunos, la trata será implementada por bandas criminales organizadas. Pero algunos podrían ser los dueños de una granja que simplemente explotan a la gente y ven algún tipo de vulnerabilidad en los migrantes que están ilegalmente en un país y no hablan el idioma, por lo que no saben a dónde acudir para pedir ayuda. Creo que se trata de que ciertas personas encuentren esa vulnerabilidad en la gente para explotarla. Por eso es tan difícil de detectar, porque mucha gente en la esclavitud moderna parece que tiene un trabajo normal, pero hay algo más preocupante detrás de la superficie.
¿Tienes una historia inspiradora que te haya tocado personalmente?
Creo que la historia de cambio más asombrosa que he visto fue la de Níger, donde todavía existen formas tradicionales de esclavitud. Una de ellas es una práctica llamada «quinta esposa», que significa que para los hombres ricos, además de cuatro esposas permitidas por el Islam, toman una esposa adicional -quinta esposa- que son esencialmente tratadas como esclavas y sólo sirven a sus amos, tanto en lo doméstico como en lo sexual.
Teníamos una mujer llamada Hadijatou Mani que huyó de este tipo de situación y construyó su vida en libertad y se casó con otro hombre que eligió libremente. Pero la metieron en la cárcel después de que su antiguo amo la denunciara por incumplir las normas de lo que él llamaba matrimonio.
Llevamos el caso a un tribunal internacional y lo ganamos. Fue increíblemente valiente al testificar contra su antiguo amo y contra su propio gobierno por no protegerla de la esclavitud.
Ganó el caso y 10 años más tarde su matrimonio no sólo fue finalmente cancelado, sino que toda la práctica fue declarada ilegal, por lo que su propia lucha personal terminó por criminalizar realmente la práctica que ha persistido en el país durante cientos de años. Y cientos de mujeres y niñas estarán protegidas de esa forma de esclavitud a partir de ahora.
Esta entrevista fue realizada por Anke Rasper y ha sido editada para darle mayor extensión y claridad.