Mod Edit: Esta reseña puede contener spoilers.
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La gente se ha peleado por los méritos de Neon Genesis Evangelion desde su concepción, enzarzándose en una interminable y sangrienta guerra para decidir si la serie es o no una obra maestra o una porquería demasiado pretenciosa. Escribir una reseña sobre Evangelion no es más que echar leña al fuego, dando a uno u otro bando munición extra con la que demoler las opiniones del contrario. Por eso, he decidido hacer algo diferente con mi crítica de Evangelion. En realidad, voy a escribir dos reseñas, una en la que proclamaré que Evangelion es una obra maestra y otra en la que la condenaré como una basura mediocre. He puesto todo mi empeño en ambas, intentando que cada una sea convincente. Creo que ambas críticas llegan a la esencia de por qué la gente ama u odia la serie, y el objetivo es que cualquiera que esté pensando en si debería coger este gigante del medio entienda realmente en qué se está metiendo y si le parece o no atractivo.
Sin más preámbulos, os presento Neon Genesis Evangelion: Crítica & Fanboy.
**La siguiente crítica explicará por qué Neon Genesis Evangelion es una basura sobrevalorada.**
Neon Genesis Evangelion es uno de los animes más populares de todos los tiempos. Ha dado forma a todo el medio durante décadas, inspirando a innumerables otras series a través de sus personajes, historia e ideas. Muchos lo han calificado de «mejor anime de la historia» y de «triunfo». Su protagonista, Shiji Ikari, ha estado en la cima de muchas listas de personajes, y su final es infame. La mayoría de las veces, cuando alguien empieza a criticar Evangelion, se le dice que simplemente «no entiende lo que intenta conseguir». Pues bien, permítanme empezar diciendo esto: Entiendo exactamente lo que Evangelion intentaba conseguir, sólo creo que ejecuta este intento de forma muy pobre. Evangelion es una serie de mechas, sí, pero en realidad trata de las luchas internas de los personajes: sobre todo la depresión, el miedo al rechazo y el sentido de sí mismos. Intenta criticar al público del anime diciéndoles que están llenando sus vidas con un escapismo vacío como sustituto de una interacción humana significativa, pero también intenta decirle a la gente en general que tiene valor como individuo y todo eso. Pero antes de entrar en cómo falla en este aspecto, hablemos de las cosas más superficiales. Hablemos de la trama.
Veamos, Evangelion parece tener la idea de que si es lo suficientemente «significativo» no importa si no tiene una historia bien armada. Si discute ideas importantes, su historia puede ser un desastre. Bueno, la mitad de esto es cierto: la historia ES un desastre. La premisa asume que sólo los niños de 14 años pueden pilotar robots gigantes. ¿Por qué? Nunca se menciona. Vale, entonces cualquier niño de 14 años del mundo servirá, ¿no? No, tiene que ser el hijo del tipo que encabeza todo el proyecto, que además no está convenientemente dispuesto a hacerlo. ¿Por qué no encontrar a alguien más dispuesto y capacitado? Bueno, porque sus índices de sincronización están fuera de serie, por supuesto. A mí me parece un montón de tonterías insanas. Para colmo, el padre de Shinji lo odia para asegurarse de que tiene problemas para abrirse, aunque esto tampoco se explica nunca. Parece que si el destino del mundo fuera a ser confiado a mi hijo, querría, ya sabes, asegurarme de que es emocionalmente estable aunque no me guste. Después de establecer esta ridícula premisa, la serie se convierte en un anodino monstruo de la semana con un desarrollo mínimo durante la mitad de su duración, introduce un simbolismo religioso sin ningún sentido, gira el mundo en torno a los problemas de Shinji más de lo que SAO gira en torno a Kirito, y luego procede a convertir a todos sus personajes en herramientas para su único propósito antes de terminar con una presentación de fotografías de lámparas y arte conceptual con diálogos por encima.
Veamos, esta es la cuestión. Si quisiera que alguien me explicara la filosofía que hay detrás del dilema del erizo o que me dijera que tengo que abrirme a otros seres humanos, podría consultar la wikepedia o ir a ver a un terapeuta. La razón por la que veo una serie de televisión es que, al utilizar una historia con elementos que me atraen y personajes con los que me identifico, me permite entender lo que podría haber aprendido en cualquier lugar. Aprendo porque me interesa. Sin embargo, Evangelion se olvida de esto. Parece pensar que si escupe suficiente filosofía al espectador, eso será suficiente. ¿Por qué debería importarme lo que me dice la serie? Porque la cosa es así: el final no es un galimatías. Significa algo, significa algo muy específico. Pero sigue fracasando por completo porque no consigue transmitirlo de una manera que enganche al público o lo demuestre mediante el uso de una historia. Abandona la historia y se pone en tu cara, y esto arruina el impacto y hace que todo lo que dice carezca de importancia.
Entonces, ¿qué consigue la serie? Claro, tiene algunas buenas secuencias de acción, pero éstas vienen a expensas de una falta de presupuesto más adelante en el programa. La banda sonora es bastante estándar, e incluso algunas de las piezas son descaradamente imitaciones de otros lugares (una persona me mostró una vez cómo uno de los temas de batalla es casi idéntico a una canción de 007), y todo lo que realmente nos queda para transmitir lo que la serie está tratando de transmitir son los personajes.
Los personajes de Evangelion reciben muchos elogios. Muchos los consideran el mejor reparto de todos los tiempos. Shinji Ikari, el chico maravilla, ha sido jaleado como el epítome de los protagonistas masculinos, y otros como Asuka y Rei sentaron las bases de sus arquetipos. Hablemos de los tres, uno por uno.
Rei – Rei es un experimento fallido. Fue creada originalmente por Anno (el director) como una forma de demostrar a la base de fans otaku que sus mejores chicas y waifus eran en realidad sólo muñecas sin emociones que nunca les proporcionarían nada real. El sentimiento es una cosa, pero el hecho es que no importa lo que Anno quería transmitir, lo que importa es el resultado de lo que creó. Rei se convirtió en lo que debía destruir, y fue una de las waifus más populares de la historia. Reforzó la idea que debía derribar. Rei es un desastre absoluto.
Asuka – Asuka es casi el origen de la tsundere. El tropo puede haber existido antes que ella, pero ella lo definió y lo hizo popular. El problema es que Asuka no está tan bien escrita. No importa qué ideas se hayan utilizado para expresar, el hecho es que la consistencia de su personaje es débil y al final ella, junto con muchos otros personajes, se ha convertido en una herramienta que Anno utiliza para hacer sus puntos. Ella deja de sentirse como una persona propia, y sólo existe para reforzar las ideas transmitidas por Shinji.
Shinji – El hombre mismo, atacar el carácter de Shinji se considera bastante tabú. Sin embargo, en realidad, Shinji es simplemente bastante mediocre. Su personaje existe para repetir las mismas ideas una y otra vez ad naseum, y recibe muy poca caracterización fuera de esto. Al final de la serie, casi todo lo que sabemos de Shinji se reduce a «tiene miedo al rechazo», «tiene problemas con su padre» y «lucha contra el valor y el sentido de sí mismo». Aunque todo esto está muy bien, las personas son mucho más que sus problemas más profundos, y Shinji no los muestra. ¿Qué es lo que ha mantenido a la base de fans tan viva y vocal durante estos veinte años, mientras que casi todo lo demás hecho en la misma época ha caído en la oscuridad? Creo que la respuesta es muy sencilla: la intensidad. Las ideas de Evangelion no son únicas. Están presentes en muchos otros animes, representadas de forma más desarrollada y creativa, pero Evangelion ahoga todas esas ideas al hacer un ruido muy fuerte de lo que dice. Sus personajes son gente gritona y enloquecida. Su producción es un desastre que fluctúa salvajemente. Su intensidad emocional no tiene parangón, y se sirve de ella para captar la atención de la gente y hacerla sentir como si fuera «cruda» o «real», cuando en realidad sólo es muy ruidosa. Neon Genesis Evangelion puede ser única, pero eso no significa que sea una obra maestra incomprensible. Sólo significa que es una cosa rota y retorcida que toma algunas ideas bastante directas y las grita hasta que la gente presta atención, y que rara vez consigue transmitirlas de manera poderosa. Es un sermón, mal construido, y es de esperar que se desvanezca gradualmente en la oscuridad para que la gente deje de sentirse obligada a verla sólo para que le digan que no la «entiende».
**Y en el lado opuesto, lo siguiente explicará por qué Neon Genesis Evangelion es una obra maestra inspiradora, digna de resistir el paso del tiempo.**
Neon Genesis Evangelion: las palabras que pueden desatar el conflicto entre los fans del anime casi instantáneamente, como echar agua sobre el sodio. Mucha gente cree que este gigante del medio está sobrevalorado, que ha pasado de moda o que, simplemente, no es una serie muy buena. Algunos incluso lo detestan profundamente, frustrados por su enrevesada presentación y su rabiosa base de fans. Sin embargo, personalmente, la serie es una de mis favoritas. Creo que sigue siendo relevante por una razón. Creo que Neon Genesis Evangelion ha logrado lo que ninguna serie anterior o posterior ha conseguido, y quizás lo que ningún medio visual ha logrado jamás.
Neon Genesis Evangelion consigue captar realmente los sentimientos de duda, aislamiento, temor existencial y deseo de conexión humana que conlleva estar vivo. Consigue expresarlos de una manera lo suficientemente poderosa como para replicar el peso monumental que estos asuntos suponen para nosotros, y consigue dar una respuesta sencilla, agridulce y a la vez hermosa a los mismos.
Lo primero que debes saber sobre Evangelion es que, a primera vista, no es perfecta. Tiene problemas de ritmo, de presupuesto y grietas en su trama que la acosan durante toda su duración. Parece cambiar de humor rápidamente en su primera mitad, y no siempre parece preocuparse por todos los hilos de su creación. Sin embargo, creo firmemente que una versión pulida de la serie no sería tan eficaz. Es porque es tan desordenada que consigue atraerte. Ese desorden es relacionable. El mundo es un lugar confuso y difícil, y también lo es Evangelion. Asimismo, a medida que avanza en su segunda mitad y las luchas internas de sus personajes, bellamente elaborados, comienzan a hincharse dentro de ellos y a consumirlos, la serie cambia su enfoque para acomodarse a esto porque eso es lo que sienten los personajes. Las batallas internas que libran lo consumen todo, son mucho más importantes que lo que ocurre en el cuartel general de NERV, y la serie lo demuestra permitiendo que el funcionamiento interno de sus mentes consuma la propia serie y te muestre de primera mano lo mucho que les importa.
Toda la serie consigue esto, en realidad. Toma estos sencillos problemas internos pero universales y los infla, haciéndolos parecer más grandes que la vida en forma de robots gigantes y horripilantes y extraños seres alienígenas. La trama se vuelve loca y desordenada, con esquemas y escalas que se intensifican constantemente para mantenerse al día con el desorden de las mentes de los personajes. Evangelion toma estas ideas tan importantes y lo demuestra, utilizando su premisa más bien tópica para demostrar que entiende lo enormes que son estos temas para la gente. Y lo hace de una forma que no tiene nada que ver con la anterior, profundizando en las entrañas de sus personajes y de su público y sacando a relucir las cosas que se filtran en sus corazones. Evangelion desnuda a las personas, las desnuda, les muestra que las entiende y luego les dice lo que pueden hacer.
Con las personas, por supuesto, me refiero tanto al público como a los personajes, pero como no puedo hacer un análisis del público permítanme que me tome un momento para hablar de los personajes. Hay tres personajes centrales que conforman el reparto y que se complementan a la perfección: Rei Ayanami, Asuka Langely y Shinji Ikari. Cada uno de ellos cumple una función distinta en la narración y quiero dedicar algo de tiempo a hablar de cada uno de ellos.
Rei – Rei es el personaje de la muñeca, una figura estoica y carente de emociones que se ha repetido una y otra vez desde su concepción en todo tipo de programas. En Evangelion, sin embargo, cumple una función muy concreta. Rei demuestra a Shinji lo que es. Como es una muñeca, responde de la misma manera que se le trata, y si se le muestra amabilidad, se le devuelve. Esencialmente, es una personalidad moldeable, una persona que será lo que tú quieras que sea para ti. A través de las interacciones de Shinji con ella, demuestra que el concepto de un ser así (que a menudo toma la forma de una pareja de un programa de televisión en nuestro mundo) es repugnante, y que Shinji no podrá encontrar la sensación de aceptación y conexión que desea de ella. Ella no acepta a Shinji por lo que es, lo acepta porque aceptaría a cualquiera.
Asuka – Asuka es prácticamente el origen del arquetipo tsundere moderno, con la desafortunada verdad de que es un arquetipo que fue dominado en su concepción y no ha sido desafiado desde entonces. Asuka aporta dos facetas muy importantes a la serie: en primer lugar, es un personaje para frustrar a Shinji y rechazarlo. Tiene una personalidad propia muy definida, y su frialdad hacia Shinji surge de lo que él es. Shinji se ve obligado a enfrentarse a la dura realidad de que, si se abre a ella, probablemente le hará daño, y tiene que decidir si eso merece la pena a pesar de todo. Por otro lado, Asuka es un personaje increíble por derecho propio. Ella misma lucha con muchos de los temas centrales de la serie, aborreciéndose a sí misma por no ser lo suficientemente buena y tratando de descubrir quién es cuando los aspectos que ella decidió que la definían se desmoronan.
Shinji – Ya lo he mencionado cien veces en esta reseña, pero aquí está: Shinji Ikari, el corazón desnudo de la raza humana. Shinji es prácticamente el Evangelion, y la mayoría de los mensajes de la serie, si no todos, se transmiten a través de él. A lo largo de la serie, se retrae cada vez más en su propia mente, luchando por salir de su corazón celosamente guardado y expresarse realmente ante el mundo. Quiere que le quieran por lo que es, no porque sea útil, ni porque sea una persona cualquiera. Quiere que le quieran por ser él mismo, por ser un individuo, por lo que le hace ser. Es algo que todos los humanos de este planeta desean, y nadie lo demuestra mejor que Shinji Ikari.
A medida que la serie culmina en un viaje surrealista a la mente de los personajes, algunas personas se quejan de lo enrevesado de la ejecución o de que el final de la serie sólo pretende tener sentido. Les aseguro que no es así. Puede ser chocante, sí, pero si prestas atención descubrirás que estás observando cómo se toma la decisión más importante del mundo. Todo el mundo literal desaparece, porque en comparación con lo que ocurre dentro de las mentes de nuestros protagonistas ese mundo carece de importancia. Ese es el mundo a través del cual uno puede expresarse, pero Evangelion se preocupa más por lo que es uno mismo. Evangelion se ocupa de lo que hace que tú seas tú y yo sea yo, y de por qué el hecho de que los dos hablemos y transmitamos nuestros pensamientos y nos acerquemos es lo más importante del mundo, no a pesar de que nunca podamos conocernos de verdad, sino gracias a ello. Es una idea infinitamente importante, y Neon Genesis Evangelion la aborda como ninguna otra.
Si aún no has visto esta obra maestra, sólo puedo instarte a que la veas. Después de todo, tú eres una persona, y Evangelion trata de personas. Las conoce. Las entiende a un nivel que nada más lo hace. Te atrae con su historia descarnada y seductora, llena de misterios, y sus diseños de mechas absolutamente únicos, te cautiva con sus enemigos constantemente creativos y sus lucrativas técnicas de lucha, y luego te muestra lo que significa ser humano. Es único en su género, y no puedo dejar de animarte a que lo pruebes. leer más