Movimiento de Independencia de Cuba, levantamiento nacionalista en Cuba contra el dominio español. Comenzó con la infructuosa Guerra de los Diez Años (1868-78) y culminó con la intervención de Estados Unidos que puso fin a la presencia colonial española en América (ver Guerra Hispanoamericana).
Insatisfechos con la corrupta e ineficiente administración española, la falta de representación política y los altos impuestos, los cubanos de las provincias orientales se unieron bajo el rico hacendado Carlos Manuel de Céspedes, cuya declaración de independencia en octubre de 1868, el Grito de Yara, marcó el inicio de la Guerra de los Diez Años, en la que se perdieron 200.000 vidas. Céspedes contaba con el apoyo de algunos terratenientes, cuyo principal interés era la independencia económica y política de España, mientras que los campesinos y jornaleros estaban más preocupados por la abolición inmediata de la esclavitud y un mayor poder político para el hombre común.
En 1876 España envió al general Arsenio Martínez Campos para aplastar la revolución. Al carecer de organización y de un apoyo exterior significativo, los rebeldes acordaron un armisticio en febrero de 1878 (Pacto del Zanjón), cuyos términos prometían amnistía y reforma política. En agosto de 1879 se produjo un segundo levantamiento, La Guerra Chiquita, dirigido por Calixto García, pero fue sofocado por fuerzas españolas superiores en otoño de 1880. España concedió a Cuba representación en las Cortes y abolió la esclavitud en 1886. Otras reformas prometidas, sin embargo, nunca se materializaron.
En 1894 España canceló un pacto comercial entre Cuba y Estados Unidos. La imposición de más impuestos y restricciones comerciales impulsó a los cubanos, en apuros económicos, a lanzar en 1895 la Guerra de la Independencia de Cuba, una reanudación de la lucha anterior. El poeta y periodista José Julián Martí, portavoz ideológico de la revolución, elaboró planes para una invasión de Cuba mientras vivía exiliado en Nueva York. Máximo Gómez y Báez, que había comandado las tropas rebeldes durante la Guerra de los Diez Años, estaba entre los que se unieron a la fuerza de invasión de Martí. Aunque Martí fue asesinado (y martirizado) en batalla aproximadamente un mes después de iniciar la invasión el 11 de abril de 1895, Gómez y Antonio Maceo emplearon sofisticadas tácticas de guerrilla para dirigir el ejército revolucionario y tomar el control de la región oriental. En septiembre de 1895 declararon la República de Cuba y enviaron a las fuerzas de Maceo a invadir las provincias occidentales.
Para enero de 1896 las fuerzas rebeldes controlaban la mayor parte de la isla, y el gobierno español reemplazó a Martínez Campos con el General Valeriano Weyler y Nicolau, quien pronto fue conocido como El Carnicero. Para privar a los revolucionarios del apoyo rural del que dependían, Weyler instituyó un brutal programa de «reconcentración», obligando a cientos de miles de cubanos a instalarse en campamentos en los pueblos y ciudades, donde murieron de hambre y enfermedades por decenas de miles.
En 1897 España destituyó a Weyler y ofreció la autonomía a Cuba, y al año siguiente ordenó el fin de la reconcentración. Mientras tanto, los rebeldes seguían controlando la mayor parte del campo. Y lo que es más importante, se habían ganado la simpatía de la gran mayoría del pueblo cubano para su causa. Además, las noticias de las atrocidades españolas y las historias de valentía de los rebeldes salpicaban los titulares del periodismo amarillo del New York Journal de William Randolph Hearst, que hacía sonar los tambores de guerra.
Cuando el USS Maine se hundió en el puerto de La Habana en febrero de 1898 tras una misteriosa explosión, Estados Unidos tuvo un pretexto para ir a la guerra, y se produjo la Guerra Hispanoamericana. En abril de 1898, cuando se produjo la intervención estadounidense en Cuba, Maceo había muerto, pero la guerra fue breve y unilateral. Terminó el 12 de agosto, cuando Estados Unidos y España firmaron un tratado de paz preliminar. Por el Tratado de París del 10 de diciembre de 1898, España se retiró de Cuba. Una fuerza de ocupación estadounidense permaneció durante más de tres años, y sólo se retiró después de que la constitución de la nueva República de Cuba incorporara las disposiciones de la Enmienda Platt (1901), una cláusula adicional a una ley de asignaciones de Estados Unidos, que especificaba las condiciones para la retirada estadounidense. Entre esas condiciones estaban (1) la garantía de que Cuba no transferiría ninguna de sus tierras a ninguna potencia extranjera que no fuera Estados Unidos, (2) limitaciones a las negociaciones de Cuba con otros países, (3) el establecimiento de una base naval estadounidense en Cuba, y (4) el derecho de Estados Unidos a intervenir en Cuba para preservar la independencia cubana. Así, la creación de la República de Cuba se efectuó el 20 de mayo de 1902.