Las ostras y las almejas son ambos bivalvos, es decir, moluscos comestibles encerrados en una concha de dos caras, y aunque tienen mucho en común, hay mucho que diferencia a estos dos manjares. Para empezar, los comensales pueden identificar una ostra de una almeja sólo por su aspecto. Las ostras tienen conchas irregulares y las almejas tienen conchas lisas. Aunque ambas se sirven habitualmente en las comunidades costeras, las ostras suelen ser más codiciadas. Las siguientes diferencias pueden explicar por qué las ostras tienden a ser más populares que las almejas.
Diferencias en los hábitats
Aunque las ostras se encuentran tanto en la costa este como en la oeste, sus hábitats pueden alterar su sabor. Las ostras suelen encontrarse en hábitats más salobres y marinos, ya que se encuentran en agua salada y crecen en grupos llamados lechos de ostras o arrecifes. Las ostras también suelen adherirse a superficies duras, como muelles o rocas, y son comunes en Norteamérica, Europa, Asia y Nueva Zelanda. Las almejas suelen encontrarse en las marismas del océano Atlántico en Norteamérica, aunque algunas viven en el océano Pacífico y en agua dulce.
Diferencias de sabor
Aunque tanto las almejas como las ostras tienen un sabor fresco y salado, cada una de ellas tiene un sabor único. Las almejas son conocidas por tener un sabor salado y picante, mientras que las ostras tienen un sabor suave y mantecoso. Al comerlas, los comensales pueden notar que las almejas son más masticables que las ostras, mientras que las ostras se pueden sorber fácilmente.
Diferencias en el valor nutricional
Ambos bivalvos tienen un fuerte valor nutricional, lo cual es positivo sin importar cuál se prefiera. Tanto las almejas como las ostras son bajas en grasas y calorías, al tiempo que ofrecen mucha vitamina B12 y proteínas. La nutrición de las ostras es rica en fósforo, zinc y potasio, mientras que las almejas ofrecen manganeso, vitamina C, selenio y hierro.
Diferencias en la forma de comerlas
Las almejas se suelen utilizar como parte de un plato mayor, como por ejemplo, incorporadas dentro de una sopa de almejas de Nueva Inglaterra. En comparación con muchos otros alimentos, las ostras se comen de una manera única. Aunque todo el mundo puede cenar estas delicias como quiera, no hay una forma mejor de comer ostras, ya sean crudas, al horno, fritas o a la parrilla.
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