En los últimos años, un conocimiento más profundo de la regulación del músculo liso del pene ha permitido conocer mejor la fisiología de la función eréctil normal y de la disfunción eréctil (DE), así como la introducción de los inhibidores de la fosfodiesterasa (PDE) para el tratamiento de la DE. El inhibidor oral de la PDE5, el sildenafilo, ha demostrado ser un tratamiento seguro y eficaz para este trastorno y ha fomentado la investigación de los mecanismos subyacentes de estos fármacos. Este artículo revisará las vías bioquímicas implicadas en la erección, el papel de la PDE5 en estas vías y los mecanismos moleculares implicados en la actividad de la PDE.
La erección peneana es el resultado de la relajación del músculo liso del pene. El proceso está mediado por un reflejo espinal e incorpora estímulos sensoriales y mentales. El equilibrio entre los factores que estimulan la contracción y la relajación determina el tono de la vasculatura del pene y del músculo liso del cuerpo cavernoso.
En los primates, incluido el ser humano, la vía L-arginina-óxido nítrico-guanilil ciclasa-guanosina monofosfato cíclico (GMPc) es el mecanismo clave de la erección del pene1,2,3,4 (Figura 1). El óxido nítrico (NO) se produce a partir del oxígeno y la L-arginina bajo el control de la óxido nítrico sintasa (NOS). La excitación sexual estimula las vías neurales que dan lugar a la liberación de NO desde los nervios y las células endoteliales directamente en el pene. El NO penetra en el citoplasma de las células musculares lisas y se une a la guanilil ciclasa. La interacción del NO con la guanilil ciclasa provoca un cambio conformacional en esta enzima, que da lugar a la producción catalítica de 3′-5′-guanosina monofosfato cíclico a partir de guanosina 5′-trifosfato. El GMP cíclico es el desencadenante intracelular de la erección del pene. El GMP cíclico activa la proteína quinasa dependiente del GMPc (PKG), que a su vez fosforila varias proteínas. Estas interacciones de la proteína quinasa dan lugar a la reducción de los niveles de calcio intracelular y a la consiguiente relajación del músculo liso arterial y trabecular, lo que conduce a la dilatación arterial, la constricción venosa y la rigidez de la erección del pene.