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9/1/2011
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La incompatibilidad ABO es la incompatibilidad más común del grupo sanguíneo materno-fetal y la causa más común de la enfermedad hemolítica del recién nacido (HDN). La incompatibilidad ABO se observa con más frecuencia en los recién nacidos que tienen sangre del tipo A debido a la mayor frecuencia del tipo A en comparación con el tipo B en la mayoría de las poblaciones. Se da con más frecuencia en individuos de etnia africana o latinoamericana. La incompatibilidad ABO en el recién nacido se presenta generalmente como una ictericia neonatal debida a una anemia hemolítica de Coombs positiva y se da en el 0,5-1% de los recién nacidos. A diferencia de la anemia hemolítica grave intrauterina o neonatal asociada a la sensibilización al Rh, la anemia neonatal clínicamente importante debida a la incompatibilidad ABO ocurre con poca frecuencia. El principal problema clínico de la HDN por incompatibilidad ABO es la ictericia.
Se han propuesto varias razones para explicar la falta de hemólisis intrauterina por incompatibilidad ABO. Entre ellas se encuentran los antígenos A y B menos desarrollados en los glóbulos rojos fetales para estimular la producción de anticuerpos maternos, y la distribución ubicua de los antígenos A y B en otros tejidos, lo que da lugar a un menor número de anticuerpos que atraviesan la placenta para unirse a los antígenos de los glóbulos rojos fetales. La razón más importante por la que la incompatibilidad ABO no causa hidropesía fetal es que los anticuerpos anti-A y anti-B que se producen de forma natural son IgM y no atraviesan la placenta.
Se estima que el <1% de las madres de tipo O tienen anticuerpos anti-A o anti-B clínicamente significativos que son IgG. La incompatibilidad ABO con transferencia transplacentaria de anticuerpos IgG anti-A, o más comúnmente, anticuerpos anti-B, se ha reportado raramente en asociación con hemólisis intrauterina que conduce a hidropesía fetal. Cabe señalar que en estos informes de casos no se han excluido sistemáticamente otras causas de hidropesía fetal no inmunitaria. La explicación más probable para estos raros casos es que la exposición a antígenos similares al antígeno A o B puede producirse a partir de fuentes distintas del feto y estimular la producción de IgG en la madre. Por ejemplo, un antígeno similar al antígeno B se encuentra en E.coli, y la exposición a este organismo puede estimular la producción de anticuerpos IgG anti-B en individuos de tipo O.
En contraste con la incompatibilidad Rh, que tiende a volverse más severa con cada embarazo posterior Rh positivo, la incompatibilidad ABO no demuestra ningún patrón consistente. Así, el primer hijo de la paciente puede tener una enfermedad hemolítica del recién nacido clínicamente importante debido a la incompatibilidad ABO, mientras que los recién nacidos posteriores pueden no estar afectados o estarlo de forma muy leve. Debido a la rareza de la hemólisis intrauterina grave debida a la incompatibilidad ABO, no se recomienda la evaluación de la anemia fetal intrauterina basándose en que la madre tenga sangre del tipo O. La medición de los anticuerpos IgG anti-A y anti-B puede considerarse parte de la evaluación de signos inexplicables de anemia fetal como ascitis o hidropesía cuando la madre es del tipo O. La recogida de una muestra de sangre del cordón umbilical en el momento del nacimiento para el análisis del grupo sanguíneo y de los anticuerpos directos debe considerarse cuando la madre es del tipo O y un niño anterior tuvo una enfermedad hemolítica del recién nacido debido a la incompatibilidad ABO.
Más información:
Comité Americano de Obstetras y Ginecólogos (ACOG), ACOG Practice Bulletin No. 192: Management of Alloimmunization During Pregnancy. Obstet Gynecol. 2018 Mar;131(3):e82-e90. doi: 10.1097/AOG.0000000000002528.
Aprobado inicialmente en septiembre de 2011; revisado en enero de 2017. Revisado en mayo de 2018. Reafirmado en noviembre de 2019
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