Los cálculos salivales, también llamados sialolitiasis, son depósitos minerales endurecidos que se forman en las glándulas salivales. Esta afección es más probable que afecte a personas de entre 30 y 60 años y los hombres son más propensos a tener cálculos salivales que las mujeres.
De todos los cálculos de las glándulas salivales, el 80 por ciento se forma en las glándulas salivales submandibulares, pero pueden formarse en cualquiera de las glándulas salivales, incluyendo:
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Las glándulas parótidas en el lado de la cara, cerca de las orejas
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Las glándulas sublinguales debajo de la lengua (poco común)
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Las glándulas salivales menores en el interior de la mejilla o los labios, debajo de la lengua y debajo del paladar (poco frecuente)
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Deshidratación, debida a una ingesta inadecuada de líquidos, enfermedad, o medicamentos como diuréticos y anticolinérgicos
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Traumatismo en el interior de la boca
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Fumar
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Enfermedad de las encías
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Tumor de las glándulas salivales
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Infección de las glándulas salivales
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Síndrome de Sjögren
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Malnutrición
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Exposición a la radiación
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Reacción al yodo administrado como parte de un examen de imagen
¿Qué causa los cálculos salivales?
No se conoce la causa, pero hay varios factores asociados a la formación de cálculos salivales:
Cálculos salivales: Síntomas
Los cálculos salivales provocan hinchazón, dolor o ambos en la glándula salival. Los síntomas empeoran cuando la persona está comiendo o anticipándose a comer. Un dentista puede notar cálculos salivales sin síntomas en la radiografía de una persona durante los exámenes de rutina.
Los síntomas pueden aparecer y desaparecer durante un período de semanas, o ser persistentes. Si el cálculo se desplaza o crece de forma que bloquea el conducto de la glándula, los síntomas pueden empeorar, un signo de que la glándula se está infectando, una condición llamada sialadenitis.
Los cálculos salivales: Diagnóstico
El médico realizará una historia clínica y examinará a la persona palpando suavemente las glándulas salivales del interior de la boca.
Si se detecta un cálculo, el médico puede recomendar la realización de imágenes para descartar otras afecciones como:
Estudios de imagen, incluyendo la tomografía computarizada (TC) y la ecografía, pueden detectar cálculos salivales y distinguirlos de otros problemas.
Los cálculos salivales: Tratamiento
La mayoría de los cálculos de las glándulas salivales se resuelven con un tratamiento conservador. Los pacientes recibirán instrucciones sobre la aplicación de calor húmedo y un suave masaje en la glándula salival. Es importante mantenerse bien hidratado. Las gotas de limón u otros caramelos ácidos pueden ayudar a estimular la salivación.
El ibuprofeno u otros antiinflamatorios no esteroideos (AINE) pueden reducir el dolor y la hinchazón. Si el médico observa indicios de infección, puede recetar un antibiótico.
Es importante informar al médico sobre el uso de medicamentos deshidratantes, como antihistamínicos y anticolinérgicos.
Tratamiento quirúrgico
Si la terapia conservadora no mejora un cálculo salival, un otorrinolaringólogo puede extraerlo con un procedimiento mínimamente invasivo llamado sialendoscopia.
Después de administrar al paciente anestesia local o general, el cirujano realiza una pequeña incisión dentro de la boca cerca de la glándula afectada e introduce un tubo delgado llamado sialoendoscopio. El cirujano puede utilizar pequeños instrumentos introducidos a través de este tubo para capturar y extraer el cálculo si es posible. La sialoendoscopia también puede ayudar a los médicos a localizar y capturar pequeños cálculos o fragmentos en lo más profundo de la glándula salival.
Si un cálculo salival es muy grande o tiene una forma irregular, pueden ser necesarias técnicas de cirugía abierta más invasivas. Estos procedimientos suelen preservar la glándula salival.
Revisado por el Dr. David Eisele del Departamento de Otorrinolaringología-Cirugía de Cabeza y Cuello.