Para entender por qué y cómo puede producirse la caída del cabello tras la cirugía, primero es necesario comprender el ciclo normal del cabello. Por ejemplo, todo el mundo muda constantemente el cabello (lo normal puede ser que se desprendan 100 pelos del cuero cabelludo al día) y este ritmo cambia dependiendo de muchos factores, entre ellos la cirugía. Los bulbos pilosos, la parte viva del cabello, tienen tres fases principales: la fase de crecimiento (anágena), la fase de involución/retroceso (catágena) y la fase de reposo/quiescencia (telógena). Para el cuero cabelludo, la fase de crecimiento en condiciones normales es de 2 a 8 años, la fase de involución de 2 a 3 semanas y la fase de reposo de unos 3 meses. En momentos de estrés, como una intervención quirúrgica, la mayor parte del cabello puede entrar prematuramente en la fase de reposo, telógena, lo que provoca una pérdida temporal acelerada del cabello. Esto se llama efluvio telógeno.
El estrés y la pérdida de cabello
El estrés es un factor importante en la pérdida de cabello relacionada con la cirugía. Durante el estrés, nuestro cuerpo desvía los nutrientes hacia el corazón, los pulmones, los músculos y otros órganos vitales. Como resultado, el cabello puede debilitarse y, en algunos casos, los folículos pilosos dejan de producir nuevos cabellos. Esto se llama efluvio telógeno. Esta es la forma más común de pérdida de cabello y suele observarse entre dos y tres meses después de un estrés corporal importante, como una cirugía mayor, una enfermedad crónica o una infección significativa. Otras causas son el cambio repentino de los niveles hormonales, especialmente en las mujeres después del parto, o la interrupción del reemplazo hormonal. El pelo puede caerse de todas las partes del cuero cabelludo, y notarse en la almohada, en la ducha/tina o en el cepillo del pelo. El pelo del cuero cabelludo puede parecer más fino, pero no es habitual ver grandes calvas. Desgraciadamente, toda cirugía implica algo de estrés, por lo que es importante minimizarlo en la medida de lo posible. Sugerencias como reservar tiempo en su día para relajarse y hacer ejercicio (caminar en particular es un gran alivio para el estrés), tomar parte en actividades calmantes, todo ayuda. Infórmese sobre su cirugía y su recuperación y hable con su médico sobre sus miedos y preocupaciones acerca de su cirugía, e intente centrarse en el resultado positivo final.
Dieta y metabolismo: Durante la cicatrización el metabolismo de su cuerpo aumenta y hay mayores necesidades de más nutrientes como proteínas, hierro, zinc y biotina entre otros. Las cantidades limitadas se desviarán al desgaste que más se necesita, no siendo el cabello uno de estos lugares. Para reducir los efectos del estrés en el cabello, intenta llevar una dieta más nutritiva. Un aporte extra de fruta y verdura puede ayudar, especialmente los alimentos ricos en zinc, biotina y (sobre todo si se trata de una mujer con la menstruación) y hierro. Recomiendo a mis pacientes que tomen vitaminas perioperatorias especiales hechas para este propósito, así como Arnica Montana y Bromelina para minimizar la inflamación.
Cambios hormonales y pérdida de cabello
La interrupción de su ciclo hormonal normal puede resultar en la pérdida de cabello. Aunque es más pronunciada en las mujeres pero también puede afectar a los hombres. Un período prolongado de reposo en cama después de la cirugía puede afectar a este ciclo, al igual que algunos de los fármacos que se le pueden administrar para ayudarle a curarse después de la operación. El ejercicio limitado, como caminar con frecuencia, es beneficioso. Su médico puede indicarle sus limitaciones en cuanto al ejercicio. También ayuda volver a comer con la mayor regularidad posible en los días posteriores a la operación.
La anestesia y la caída del cabello
No es concluyente si la anestesia provoca la caída del cabello, aunque tanto los pacientes como muchos médicos creen que puede haber una relación. De ser así, es más probable con periodos de anestesia prolongados que duran varias horas que después de operaciones más cortas.
Las investigaciones limitadas sugieren que, dado que la anestesia puede ralentizar la división celular, aquellas células que dependen de la división celular rápida, como los folículos pilosos, son empujadas a su fase de reposo. La buena noticia es que esto es temporal y los folículos pilosos volverán pronto a su patrón normal de crecimiento irregular del cabello. Una gran variedad de cosas están asociadas con la pérdida de cabello, incluyendo varias enfermedades y cientos de medicamentos diferentes.
Campo de la cirugía: El cambio del flujo sanguíneo, y las cicatrices (profundas y a nivel de la piel) pueden hacer que los folículos pilosos se cierren restringiendo el crecimiento de nuevos cabellos. El pelo actual puede entrar en la fase latente (telógeno) y caerse (efluvio telógeno). Las zonas afectadas por la cicatrización pueden dar lugar a zonas de pérdida permanente del cabello.
Medicamentos: Literalmente, cientos de medicamentos pueden afectar al crecimiento del cabello, incluyendo algunos que son necesarios para los procedimientos quirúrgicos. Estos pueden ser efectos directos o indirectos (por ejemplo, una reacción alérgica a un medicamento). Una vez que la medicación ofensiva se detiene el crecimiento del cabello debe volver lentamente a la normalidad.
Otros factores: Otros factores como las infecciones (bacterianas, víricas o fúngicas), el rascado o el exceso de presión pueden provocar la caída del cabello después de la cirugía (Alopecia Posicional). Toda cirugía representa un mayor riesgo de infección. Una vez identificada, debe tratarse rápidamente, ya que puede provocar una pérdida repentina del cabello. La Alopecia Posicional es infrecuente, pero puede producirse cuando la cabeza se mantiene en una posición durante un intervalo de tiempo prolongado. Esto limita el suministro de sangre a la piel y a los folículos pilosos. Afortunadamente, cuando uno duerme, mueve la cabeza de forma natural a intervalos. Esto no ocurre con las cirugías que no requieren o restringen a propósito el movimiento de la cabeza. Normalmente, esto se aplicaría a las cirugías muy prolongadas que duran más de 6 horas.
La buena noticia es que la pérdida de cabello postquirúrgica no le ocurre a la mayoría de los pacientes y, cuando lo hace, para la mayoría vuelve a la normalidad en cuestión de meses.