Otros factores pierden importancia con el paso del tiempo
Pero, dirás… ¿no tienen mucho que ver nuestras circunstancias generales?
Concedido, llegamos a este mundo con condiciones preexistentes: dónde nacimos, el color de nuestra piel, nuestras características físicas básicas y la orientación que recibimos en la primera infancia. Todos estos son factores que ayudaron a formarnos de alguna manera.
Sin embargo, a una edad muy temprana, nuestras elecciones comienzan a anular estos factores. La niña de 3 años elige qué muñeca se llevará a la cama por la noche. Los niños y niñas de 7 y 8 años eligen qué harán después del colegio y quiénes serán sus amigos. El niño de 12 años decide cuánto tiempo estudiará, qué deportes practicará y qué hará en su tiempo libre. A los 15 o 16 años, cada uno de nosotros tiene un control casi total sobre lo que piensa, lo que dice y lo que hace. Más allá de nuestros primeros años, son nuestras decisiones personales las que determinan cómo tratamos a otras personas, el nivel de educación que alcanzamos, con quién nos casamos, lo que hacemos en nuestra carrera y lo que finalmente logramos con nuestras vidas.
La Dra. Bobbie Stevens, en un artículo titulado The Importance of Choices (La importancia de las elecciones) en el sitio web unlimitedfutures.org, dice lo siguiente sobre el impacto de nuestras elecciones en nuestras vidas:
«Es muy importante entender que todos estamos haciendo elecciones todo el tiempo, incluso cuando elegimos no elegir hemos hecho una elección. Son nuestras elecciones las que determinan nuestras experiencias. Las elecciones que hacemos hoy se reflejarán en nuestras experiencias en el futuro.
A menos que estemos dispuestos a asumir la plena responsabilidad de nosotros mismos y de las elecciones que hacemos, no tenemos ningún control sobre nuestras vidas. Se nos ha dado todo el poder para crear nuestras experiencias a través de nuestras elecciones, pero si creemos que las fuerzas externas son responsables de nuestras elecciones, regalamos todo el poder que tenemos.
A veces tomar la decisión correcta o incluso saber elegir es muy difícil, pero es de vital importancia entender que estás a cargo de tu propia vida si eliges pensar por ti mismo. Si eliges no tomar las riendas, experimentarás las consecuencias de esa elección, y simplemente serás arrastrado por la vida como una hoja en el viento».