Cuestiones controvertidas sobre las animadoras, desde los uniformes hasta el atletismo, han aparecido en las noticias y los titulares. Pero la verdadera pregunta es si las animadoras deben ser consideradas un deporte?
Las animadoras argumentarían que, de hecho, es un deporte. Sin embargo, yo no estoy de acuerdo. Aunque las animadoras soportan los entrenamientos extraescolares e incluso participan animando a su equipo, hay que evaluar cuidadosamente la definición de deporte.
Un deporte puede definirse como una actividad que se dedica a la competición y que sigue unas reglas en consecuencia. Las animadoras no se consideran comúnmente un deporte debido a la imposibilidad de competir contra un oponente. Es una actividad dedicada únicamente a entretener y motivar al público durante los eventos deportivos. Uno de los requisitos más importantes de un deporte es competir contra otro oponente, no sólo animar para apoyar a tu equipo.
Cuando piensas en una animadora, es posible que pienses en una chica agitando sus pompones, gritando a todo pulmón y animando al equipo local, no compitiendo contra un oponente. Aunque algunas escuelas y universidades participan en competiciones de animación, la mayoría de las animadoras sólo animan a su equipo con la esperanza de que éste gane un partido.
Según la Biblioteca ThinkQuest, las estadísticas muestran que sólo el 15 por ciento de las animadoras de Estados Unidos compiten; por lo tanto, las animadoras no deberían considerarse un deporte. Sin embargo, las animadoras pueden definirse como una actividad que implica un acto físico de acrobacias, bailes y volteretas.
El atletismo de las animadoras es incuestionable. Para llevar a cabo sus rutinas, las animadoras son vistas a menudo haciendo volteretas en el aire, levantando a la gente del suelo y algunas incluso haciendo volteretas hacia atrás.
Las estadísticas muestran que más del 80 por ciento de los atletas de animación se han lesionado durante la práctica, según la Biblioteca ThinkQuest. Esto demuestra que las animadoras tienen la tenacidad, la fuerza y la flexibilidad de cualquier otro deportista.
Sin embargo, dado que sólo la minoría de las escuadras de animadoras compiten, no sería ideal clasificar las animadoras como un deporte. Por ahora, las animadoras pueden clasificarse con justicia como una actividad, en lugar de un deporte.
Brea Darnell es una estudiante del instituto Rodríguez y escribe para el periódico escolar, The Stampede.