Hay muchos hombres hoy en día a los que les gustaría probar un masaje erótico pero no tienen un conocimiento real de en qué se están metiendo. Sencillamente, los salones de masaje de frotar y tirar llevan consigo cierto encanto y una tremenda cantidad de misterio. ¿Son legales? ¿Son seguros? ¿Cómo puedo acceder a algunos de los servicios «extra» que acompañan al masaje? Tanto si tienes intención de tener un final feliz como si sólo quieres probar cosas, esto es lo que tienes que saber antes de dirigirte a uno de estos establecimientos.
Ve con dinero en efectivo
Si te diriges a un salón de masajes eróticos, querrás llevar dinero en efectivo. Trata el viaje como si fueras de vacaciones a Las Vegas. El dinero habla, y a menudo puede conseguirte precisamente lo que quieres. Muchos de estos establecimientos se encuentran en zonas no tan perfectas de la ciudad, por lo que es posible que quieras tener cuidado al mostrar el dinero. Aun así, el dinero en efectivo será mucho mejor que las tarjetas, ya que muchos de estos establecimientos no están equipados para aceptar pagos que no sean en efectivo. Si están equipados, a veces cobran comisiones exorbitantes por utilizar tu tarjeta. Por una cuestión de privacidad, también, es mejor que no dejes constancia de tu visita a uno de estos salones.
Espera un final feliz
En un salón de masajes eróticos, un final feliz suele estar incluido en el precio de la entrada. A menos que indiques lo contrario, el proveedor de masajes sospechará que quieres el viejo roce y el tirón. Si no estás seguro, hay algunas formas de indicar que eso es lo que quieres. Por ejemplo, cuando el masajista salga de la habitación para dejarle desvestirse, puede quitarse toda la ropa en lugar de dejarse los calzoncillos. Esto te asegurará el final feliz si es lo que buscas.
No esperes otros servicios sin pagar
En muchos establecimientos de masajes, el masaje estándar y el tirón es tuyo por el precio publicado. Si quieres algo diferente, como un masaje nuru, tendrás que pagar más. El masaje nuru consiste en que la masajista se deslice sobre ti sin ropa. Esto te costará una propina además de lo que pagues por el masaje.
No te cortes a la hora de negociar
Estos salones son focos de negociación. Ninguno de los precios está grabado en piedra, y puedes conseguir lo que quieres si estás dispuesto a negociar. No tengas miedo de negociar, ya que a menudo puedes ahorrar dinero. Esto es especialmente cierto si notas que las cosas han estado lentas.
No seas llamativo
La legalidad de estos salones de masaje está en duda en muchas partes del país. En Houston, por ejemplo, la Fiscalía está tomando medidas contra estos negocios. Aunque los hombres que acuden a estos salones no suelen ser acusados de delitos, no querrás estar allí cuando se produzca una operación. Intenta ser discreto si puedes. Así te asegurarás de evitar cualquier problema.