La disautonomía puede dividirse en dos tipos:
● Localizada, como la de en la distrofia simpática refleja
● Generalizada, como se observa en la insuficiencia autonómica pura
La disautonomía también puede ser aguda y reversible o crónica y progresiva. Las formas leves de disautonomía también son comunes en condiciones como el alcoholismo y la diabetes. La disautonomía puede producirse como manifestación de trastornos neurológicos degenerativos como la enfermedad de Parkinson.
Los síntomas más clásicos de la disautonomía se observan debido al fallo simpático. Incluyen impotencia en los hombres o una caída repentina de la presión arterial mientras están de pie. El exceso de actividad puede incluir hipertensión o un pulso acelerado.
Síntomas:
Hay varios tipos de disautonomía, y los síntomas de cada uno son diferentes. En muchos casos, sólo se observan síntomas internos y no se produce ninguna manifestación externa. Sin embargo, algunos síntomas comunes se observan en todos los casos de disautonomía. Los síntomas pueden aparecer y desaparecer durante un periodo de tiempo. Los síntomas pueden ser desencadenados por actividades físicas que pueden requerir que los pacientes de disautonomía eviten el sobreesfuerzo. Puede utilizar el rastreador de síntomas para hacer un seguimiento de los mismos.
Los síntomas comunes de la disautonomía incluirían:
Una incapacidad para mantenerse erguido durante mucho tiempo
Mareos, vértigos o desmayos
● Latidos del corazón rápidos, lento o irregular
Dolor en el pecho
Problemas en el tracto gastrointestinal
Náuseas
Trastornos visuales alteraciones
Debilidad
Dificultades respiratorias
Cambios de humor
Ansiedad
Fatiga
● Intolerancia al ejercicio
● Migrañas
● Temblores
● Problemas para dormir
● Problemas para orinar
● Problemas de regulación de la temperatura
● Problemas de concentración
● Falta de apetito
● Una sobrereacción al ruido y a la luz
Estos no ocurren juntos. Se dan en una serie de combinaciones que hacen que la disautonomía sea difícil de diagnosticar.
Los desencadenantes de los distintos tipos de disautonomía serían la deshidratación, el estrés, los trastornos genéticos o los traumas psicológicos.
La disautonomía familiar se transmite genéticamente y tiene una característica autosómica recesiva. La función somatosensorial está ausente en los individuos afectados. Las principales características del síndrome son las siguientes:
● Hipotensión ortostática
● Falta de lágrimas
● Alteración de las papilas gustativas
● Babeos
● Vómitos
● Estreñimiento
.
● Enuresis
● Reflejos deprimidos
La naturaleza genética de la transmisión hace que sea aún más difícil tratar este tipo de disautonomía. El rastreador de síntomas puede facilitar el seguimiento de los mismos.
Diagnóstico:
A menudo es difícil diagnosticar la disautonomía. Excepto en el caso de la disautonomía familiar, la mayoría de los médicos se niegan a considerarla como una enfermedad, ya que incluye muchos síntomas que son similares a otros trastornos. A menudo, los síntomas de la disautonomía podrían diagnosticarse erróneamente como uno de los siguientes síntomas:
● Síndrome de fatiga crónica (SFC)
● Fibromialgia
● Síndrome de taquicardia ortostática postural (POTS)
● Trastorno de estrés postraumático (TEPT).trastorno por estrés traumático (TEPT)
● Hipotensión ortostática
Esto demuestra que los médicos deberían tomarse más en serio la disautonomía como síntoma. También debería investigarse más en el campo del diagnóstico de la disautonomía.
Tratamiento:
No existe una cura específica para la disautonomía. Las formas secundarias de la enfermedad pueden mejorar si se trata la afección subrayada. El tratamiento en el caso de la disautonomía primaria es sintomático y de apoyo. El tratamiento tiene como objetivo reducir los síntomas para mejorar la calidad de vida de estos pacientes. Además, su cuerpo necesita ganar fuerza para que consigan llevar una vida normal en el día a día.
El plan de tratamiento suele depender de la categoría de disautonomía y de los síntomas que se observen en cada individuo. El tratamiento incluiría fisioterapia, terapia de ejercicios y asesoramiento para ayudar al paciente con los diversos cambios de estilo de vida que se incorporan para hacer frente a la disautonomía.
Muchos médicos de diversos campos participan en el tratamiento de un solo caso. Participan cardiólogos, neurólogos y otros médicos.
Se les pondrá bajo medicación dependiendo de sus síntomas. Los medicamentos prescritos cambiarán de vez en cuando, dependiendo de la aparición de los síntomas. Los medicamentos pueden tardar algún tiempo en hacer efecto.
Las personas que padecen disautonomía deben beber al menos 2-4 litros de agua al día. Su ingesta diaria de sal debe ser de entre 4 y 5 gramos. Estos pacientes deben evitar las bebidas que contengan azúcar o cafeína.
Mucha de la recuperación de los pacientes con disautonomía depende de los cambios en su estilo de vida. A continuación se mencionan algunos cambios en el estilo de vida que serán beneficiosos para ellos:
Manejar el estrés:
El manejo del estrés es muy importante para los pacientes de disautonomía. Es importante que trabajen menos, que tengan salidas creativas y distracciones, y que practiquen técnicas de gestión del estrés. Pueden practicar yoga. El tipo de yoga que practiquen dependerá de sus síntomas. La acupuntura puede reducir los dolores de cabeza y la migraña. La terapia de masaje se utiliza para relajar los músculos, mantener el ritmo cardíaco y promover el flujo sanguíneo. Los tratamientos de masaje son útiles para los pacientes de disautonomía que experimentan dolor en las articulaciones, espasmos musculares o migrañas.
Dieta:
Es importante elegir el tipo de alimentación adecuado cuando se tiene disautonomía. Ya que los pacientes pueden a menudo no tener suficiente energía para hacer la compra o cocinar. Por lo tanto, es aconsejable que se aprovisionen de alimentos con antelación. Deben llevar un diario de alimentos, comer a una hora concreta cada día, intentar llevar una dieta equilibrada e incluir más frutas y verduras. Evitar el consumo de altas cantidades de bebidas que contengan azúcar.
Aprovechar al máximo la cita con los médicos:
Por lo general, muchos médicos manejan pacientes con disautonomía. Una vez realizado el diagnóstico, tienen varios médicos que los atienden. Esto a veces crea confusión. Por lo tanto, mantenga una carpeta médica y conserve los resúmenes de las citas con los médicos en ella. Debe mantener registros anuales de todas sus pruebas, incluyendo las pruebas de recuento sanguíneo, la resonancia magnética y las ecografías.
Duerma lo suficiente:
Es importante que las personas con disautonomía duerman lo suficiente. Muchos pacientes no duermen lo suficiente debido a síntomas como el estrés, la ansiedad o el dolor de cabeza. Limite la ingesta de cafeína, de alcohol y el tiempo de pantalla. Duerma y despierte a una hora fija. Duerma en una habitación oscura. Reduzca los ruidos. Tener una rutina nocturna fija. Si estas sugerencias no funcionan, es posible que tenga que tomar medicamentos para dormir para conseguir un sueño reparador.
Todavía hay muchas investigaciones pendientes en el campo de la disautonomía.