Aunque el grupo australiano se había hecho un nombre a nivel internacional durante la mayor parte de la década de los setenta, aún no había logrado un impacto real en Estados Unidos. El álbum contenía los singles «Girls Got Rhythm», «Touch Too Much» y, por supuesto, «Highway to Hell», que llegó al número 47 del Hot 100 en diciembre de 1979. El LP llegó al número 17 en el Billboard 200 y se convirtió en disco de oro en esa Navidad y en platino en marzo de 1980; desde entonces ha sido certificado siete veces como platino.
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Scott nunca tuvo la oportunidad de disfrutar plenamente del éxito de AC/DC. El 19 de febrero de 1980 asistió a un ensayo de la banda, tocó la batería en un par de canciones que aparecerían en Back in Black, de ese año, y después salió a un club londinense llamado Music Machine. Esa noche murió por asfixia, ahogado en su propio vómito tras haber bebido demasiado. Tenía 33 años.
AC/DC reclutó al líder geordiano Brian Johnson ese abril y terminó Back in Black poco después, publicándolo en julio de 1980. «Estaba triste por Bon», dijo Angus Young en una entrevista de 1980 con Rolling Stone. «Ni siquiera pensé en la banda. Habíamos estado con Bon todo ese tiempo; habíamos visto más de él que su familia». A pesar de la tristeza, Malcolm Young dijo que nunca pensó en acabar con la banda. «Pensé: ‘Bueno, a la mierda con esto. No voy a quedarme sentado fregando todo el puto año'», dijo. «Así que llamé a Angus y le dije: ‘¿Quieres volver a ensayar?’. Esto fue unos dos días después». Angus replicó: «Estoy seguro de que si hubiera sido uno de nosotros, Bon habría hecho lo mismo».
Back in Black pasó a convertirse en uno de los álbumes más vendidos de la historia – desde entonces ha sido certificado como doble diamante, reconociendo más de 25 millones de copias vendidas. El repentino interés por AC/DC, sin embargo, inspiró un renacimiento para Bon Scott. El lanzamiento en Estados Unidos de Dirty Deeds Done Dirt Cheap, en 1981, fue un éxito inmediato, llegando al número tres en el Billboard 200. En 1997, la banda sacó una caja, Bonfire, que contenía grabaciones inéditas de Scott con la banda. También fue un éxito, llegando a ser platino.
«Le recuerdo como un tipo realmente profesional y concienzudo cuando trabajábamos en el estudio», dijo una vez Angus. «Lo veía como su arte. Si teníamos un par de días libres, entonces podía salir y volverse un poco loco. Tenía una gran constitución. Siempre era el primero en salir de la cama y siempre parecía estar en forma y saludable. Era un tipo que realmente disfrutaba de la vida».