Georges Hebert
En 1902, una catastrófica erupción volcánica arrasó la ciudad de St. Pierre, en la isla caribeña de Martinica, matando a unas 28.000 personas en un instante. George Hebert, un joven teniente de navío francés, coordinó valientemente la evacuación de más de 700 personas, tanto indígenas como europeas, de las afueras de la ciudad. La experiencia le marcó profundamente. Porque mientras observaba a la gente moverse en esos primeros momentos cruciales, le parecía que los indígenas superaban los obstáculos en su camino con gracia y creatividad, mientras que los europeos se movían mal, buscando caminos conocidos, que ahora ya no existían. Tenía claro que el «hombre moderno» había perdido la capacidad de moverse con eficiencia y eficacia en todos los entornos, salvo en los más rutinarios. Además, el heroísmo y la tragedia que presenció aquel día reforzaron su creencia de que, para ser realmente valiosos, la destreza atlética y la condición física deben ir unidas al valor y al altruismo, una epifanía que dio lugar al lema original del parkour, «Etre fort pour être utile» – «Sé fuerte para ser útil».
Al viajar mucho, Hebert siguió impresionado por el desarrollo físico y las habilidades de movimiento de los pueblos indígenas de África y otros lugares. Basándose en estas observaciones, Hebert formuló una disciplina de entrenamiento físico que denominó «el método natural», que utiliza la escalada, la carrera, la natación y las carreras de obstáculos artificiales para recrear el entorno natural.
El «método natural»
Años más tarde, Raymond Belle, bombero y veterano de las Fuerzas Especiales francesas, regresó a su ciudad natal de Lisses, en las afueras de París, donde introdujo la disciplina del parcours du combattant y las enseñanzas de Hebert a su joven hijo David y a un grupo de amigos íntimos de éste, que se propusieron adaptar las enseñanzas de Raymond a su «entorno natural», dando lugar a lo que hoy conocemos como «Parkour».»
Belle y su entonces mejor amigo, Sebastian Foucan, junto con otros amigos de la infancia y miembros de la familia, crearon un grupo de «traceurs» (el término original para los practicantes de parkour), al que llamaron los «Yamikazi», en honor a una tribu de guerreros de África. Al ser el primer grupo organizado de traceurs, los Yamikazi empezaron a tener seguidores en Francia, entre ellos el cineasta Luc Besson. «Los Yamikazi», la película de Besson sobre el grupo, aceleró el crecimiento del Parkour.
Fue en esta época cuando empezó a producirse una ruptura personal entre Belle y Foucan, que finalmente siguió su propio camino. Foucan, que domina el inglés, llevó la disciplina al Reino Unido, donde decidió llamarla «Freerunning» en lugar de «Parkour». Esto se convirtió en una fuente de confusión y conflicto, ya que la gente llegó a definir el «Parkour» de Belle como la forma más eficiente de ir del punto A al punto B (sin saltos ni acrobacias), y el «Freerunning» de Foucan como la forma más creativa de ir del punto A al punto B, abarcando influencias de otras disciplinas de movimiento como el break dance, el tricking de artes marciales y la capoeira. Esta controversia continúa hasta el día de hoy entre una pequeña comunidad de puristas, aunque se sabe que el propio Belle ha utilizado los flips en su propia práctica
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