Es hora de que nos subamos a la máquina del tiempo y nos vayamos hasta el GP de Canadá de 2016. La temporada era una batalla por el título entre Lewis Hamilton y Nico Rosberg, de Mercedes, como los dos últimos años también. Sin embargo, Sebastian Vettel amenazaba con aguar la fiesta.
Seb & Ferrari estaba entonces en su periodo de luna de miel. Superó imperiosamente a los dos Mercedes en la salida para liderar la carrera saliendo desde la primera vuelta. Pero Hamilton le adelantó a falta de 13 vueltas y cruzó la bandera a cuadros primero, mientras que Vettel acabó segundo.
Sin embargo, la causa de la derrota de Seb no fue la exquisita conducción de Hamilton, sino un par de estúpidas gaviotas.
«Tengo mis ojos en la curva 1 y vi a esta estúpida pareja de gaviotas, ¡sentadas allí todo relajadas! Tenía los ojos tan metidos en el vértice que me bloqueé»
Estaba interrumpiendo la entrevista de su rival con Simon Lazenby de Sky Sports después de la carrera cuando sacó la excusa, como es típico de los pilotos de F1. Mientras que él frenó tarde para evitar chocar con ellos, Lewis frenó en la curva sin rechistar. Por eso, el alemán le hizo pasar un mal rato.
«No está frenando por los animales. Deberías hacérselo pasar mal por eso»
Lewis Hamilton, amante de los animales, reclama todo el mérito
El piloto de Mercedes asumió divertidamente toda la responsabilidad del incidente. Lewis, como todos sabemos, comparte su afición por otros seres vivos.
«Oye tío, estaba todo planeado; sabes que soy bueno con los animales, ¿verdad? Soy como el Dr. Do little, les dije que estuvieran ahí, y estaban ahí», comentó Hamilton en tono de broma.
Pero las hilarantes bromas de Vettel no terminaron aquí: «Eso es lo que realmente me molestó. Se han quedado ahí. Hay un coche rojo entrando a, no sé, 100 o algo así y se quedan ahí»
Se podían entender las frustraciones del alemán, pero la forma de tomárselo con más calma fue impecable. Al fin y al cabo, en aquella época ganar una carrera contra un coche de Mercedes era algo aún más importante que ahora. Para él, la oportunidad de una victoria se escapó, y nunca más volvió en el resto de la temporada.
Aunque es un placer para los aficionados a la F1 ver este tipo de bromas entre los dos mayores competidores; lejos quedan los días de Prost-Senna, la generación actual disfruta de una rivalidad más sana.