A pesar de lo importante que es mimarse durante el embarazo comiendo bien, haciendo ejercicio regularmente e incluso haciendo un viaje ocasional al spa, el calor del vapor puede ser peligroso para su bebé.
Este es un tema bastante «caliente» en algunos círculos, dada la popularidad de los jacuzzis, saunas y salas de vapor. Pero los Institutos Nacionales de Salud y el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos desaconsejan la terapia de vapor durante el embarazo.
Efectos del calor del vapor
La exposición al vapor caliente aumenta la temperatura corporal de la mujer embarazada. Para intentar enfriarla de nuevo, los vasos cercanos a la superficie de la piel se dilatan o expanden para disipar el exceso de calor corporal mediante la sudoración. El corazón tiene que esforzarse más para bombear la sangre a la superficie de la piel con mayor rapidez, lo que puede provocar rápidamente deshidratación y sobrecalentamiento. Pero el corazón también está suministrando oxígeno al feto en desarrollo.
El alto calor de una sauna o sala de vapor podría suponer una carga extrema para el corazón y la circulación de la madre en un momento en el que su corazón ya está trabajando duro. Una mujer embarazada con una enfermedad cardíaca no diagnosticada podría tener problemas rápidamente.
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Ser precavida
El Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos desaconseja el uso de saunas durante el embarazo con la condición de que, si se utilizan, las mujeres mantengan una exposición al vapor lo más breve posible. Esto es para evitar el sobrecalentamiento y el aumento de la temperatura corporal central, lo que podría afectar al feto en desarrollo.
Según la Asociación Americana del Embarazo, una temperatura corporal superior a 101 o 102 grados Fahrenheit es motivo de preocupación. Sólo hacen falta entre 10 y 20 minutos en un jacuzzi para que la temperatura corporal central de una mujer embarazada suba tanto.
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Y considera los masajes de piernas, para tratar las piernas cansadas y doloridas. Los tratamientos faciales, la manicura, la pedicura, la acupuntura y la reflexología también están bien, incluso los baños calientes. Eso sí, no tomes baños calientes. Cualquier baño que provoque sudoración facial es demasiado caliente.