En la última década aproximadamente, los adultos se han alejado de la pasta de dientes con flúor en un intento de ir «natural» y sin caries. Un estudio realizado por el Departamento de Ciencias de la Salud Oral de la Universidad de Washington (UW), descubrió que las caries dentales, o «cavidades», afectan al 99,8 por ciento de la población mundial actual. El estudio de la UW también descubrió que la ausencia de flúor en las rutinas de higiene bucal no ha producido ningún beneficio en cuanto a la reducción de las caries. Sin embargo, los estigmas, las modas y los miedos al flúor siguen haciendo creer a muchos que la pasta de dientes sin flúor previene las caries.
¿Qué es el flúor?
¿Qué es este ingrediente tan discutido que se encuentra en nuestros productos dentales? El flúor es un mineral natural que se puede encontrar en casi todas las fuentes de agua natural. Este mineral especial ayuda a prevenir las caries fortaleciendo el esmalte de nuestros dientes mediante el proceso de remineralización y desmineralización. Ya en la década de 1940, los datos científicos sugerían que quienes vivían en zonas con agua naturalmente fluorada tenían menos caries que quienes vivían en zonas sin este mineral. De hecho, los estudios actuales nos dicen que el aumento del flúor, ya sea de forma natural o añadido a los suministros de agua a través de un tratamiento, ha contribuido a disminuir la caries dental en Estados Unidos en al menos un 25 por ciento. Dados sus resultados, los expertos de la comunidad de la salud dental han afirmado que la exposición del flúor en nuestras fuentes de agua es uno de los mayores logros del siglo XX. Hoy en día, encontramos flúor en la mayoría de nuestros productos dentales, incluyendo la pasta de dientes y el enjuague bucal.
Sin embargo, es extremadamente importante que los médicos, los dentistas y los pacientes comprendan plenamente las ventajas y desventajas del flúor. Las dosis elevadas de flúor pueden ser tóxicas y provocar intoxicaciones. Este compuesto se encuentra de forma natural en nuestro entorno, y lo consumimos principalmente en pequeñas cantidades saludables a través de la ingestión, la respiración y los suplementos de flúor. La mayoría de los incidentes de envenenamiento se producen por la ingestión no supervisada o el tratamiento del agua con un exceso de flúor, lo que puede evitarse.
La FDA ha aprobado una dosis específica que es adecuada y segura para todos los productos dentales, lo que ayuda a luchar contra cualquier posible sobredosis. De hecho, el flúor es un requisito para cualquier pasta de dientes con el sello de aceptación de la Asociación Dental Americana. En el estado de Nueva York, algunos gobiernos locales añaden flúor al agua y otros no. Los condados de Nassau y Suffolk son conocidos por suministrar agua no fluorada. El Dr. Bruce Valauri, de ProHEALTH Dental, recomienda que las familias y las personas que viven en estas zonas complementen el flúor para ayudar a prevenir aún más las caries, especialmente en los niños.
El flúor ha sido bueno para nuestros dientes, y con cuidado y diligencia, ayudará a mantener sonrisas saludables durante cientos de años.