Metahemoglobinemia
Metahemoglobinemia causada por la disminución de la capacidad de la sangre para transportar el oxígeno vital por el cuerpo. Una de las causas más comunes es el nitrato en el agua potable. Es más importante en los bebés alimentados con biberón y el agua de los pozos de las zonas rurales es especialmente preocupante. Controlar los niveles de nitrato en las fuentes de agua potable por debajo de unos 50 mg/litro es una medida preventiva eficaz.
La enfermedad y cómo afecta a las personas
La metahemoglobinemia se caracteriza por la disminución de la capacidad de la sangre para transportar oxígeno debido a la reducción de los niveles de hemoglobina normal. Es poco frecuente. Los bebés son los más afectados, y pueden parecer sanos, pero muestran signos de coloración azul alrededor de la boca, las manos y los pies, de ahí el nombre común de «síndrome del bebé azul». Estos niños también pueden tener problemas para respirar, así como vómitos y diarrea. En casos extremos, hay un marcado letargo, un aumento de la producción de saliva, pérdida de conciencia y convulsiones. Algunos casos pueden ser mortales.
En el organismo, los nitratos se convierten en nitritos. Los nitritos reaccionan con la hemoglobina de los glóbulos rojos para formar metahemoglobina, lo que afecta a la capacidad de la sangre para transportar suficiente oxígeno a las células del cuerpo. Los lactantes alimentados con biberón de menos de tres meses corren un riesgo especial. La hemoglobina de los bebés es más susceptible y la afección empeora con las infecciones gastrointestinales. Las personas mayores también pueden estar en riesgo debido a la disminución de la secreción de ácido gástrico.
La desnutrición y la infección parecen aumentar el riesgo de metahemoglobinemia (McDonald y Kay, 1988). El estado de salud general del bebé, así como la ingesta de vitamina C, pueden determinar el desarrollo o no de la enfermedad (Super et al, 1981).
Otras personas con riesgo de desarrollar metahemoglobinemia son: los adultos con predisposición hereditaria, las personas con úlceras pépticas o gastritis crónica, así como los pacientes en diálisis.
La causa
La causa más común de la metahemoglobinemia son los altos niveles de nitratos en el agua potable. Los altos niveles de nitratos pueden estar presentes en el agua potable debido al uso de estiércol y fertilizantes en las tierras agrícolas. El nivel natural de nitritos y nitratos del medio ambiente suele ser de unos pocos miligramos por litro, aunque en algunas zonas pueden darse niveles elevados de forma natural.
Las prácticas agrícolas intensas pueden aumentar este nivel a más de 50 mg/litro (OMS 1998). Se sabe que los niveles superiores a 50 mg/litro se han asociado a la metahemoglobinemia en bebés alimentados con biberón. El nitrato también se encuentra en las verduras. La metahemoglobinemia también puede ser un efecto secundario de algunos fármacos (fenacetina y sulfonamidas), aunque es muy poco frecuente con los fármacos modernos.
Alcance del problema
La metahemoglobinemia es ahora poco frecuente en la mayoría de los países industrializados debido al control de la contaminación por nitratos en el suministro de agua, aunque se siguen notificando casos ocasionales en zonas rurales. Es un riesgo en los países en vías de desarrollo, por ejemplo cuando el agua potable procede de pozos poco profundos en zonas agrícolas.
No existe una estimación fiable de la magnitud del problema en todo el mundo. La OMS está recopilando actualmente información para realizar dicha estimación.
Intervenciones
El control del nitrato en el agua potable es una medida preventiva eficaz. El valor guía de la OMS para el nitrato en el agua potable es de 50 mg/litro y para el nitrito es de 3mg/litro. Esto se consigue con relativa facilidad en los suministros centralizados y canalizados, pero es difícil en los suministros rurales y pequeños.
El grupo de mayor riesgo es el de los bebés alimentados con biberón. La lactancia materna protege a los bebés de la metahemoglobinemia. Hervir el agua no elimina el nitrato.
Para las personas gravemente afectadas, es posible el tratamiento médico.
McDonald A T, Kay D. Water resources issues and strategies. UK: Longman Scientific and Technical, 1988, p 146-148
Super M, Heese HV , Mackenie D et al. An epidemiological study of well water nitrates in a group of South West African /Namibian infants. Water Research, 1981: 15: 1265-70
Organización Mundial de la Salud. Guías de la OMS para la calidad del agua potable. 2ª edición, adición al volumen 1: Recomendaciones. Ginebra: OMS, 1998, p-8-10; y apéndice al Volumen 2: Criterios de salud y otra información de apoyo.
Preparado para el Día Mundial del Agua 2001. Revisado por personal y expertos del Programa de Promoción de la Seguridad Química (PCS), y de la unidad de Agua, Saneamiento y Salud (WSH), Organización Mundial de la Salud (OMS), Ginebra.