En esta página: Encontrará más información sobre los cambios corporales y otras cosas que pueden indicar un problema que puede necesitar atención médica. Utilice el menú para ver otras páginas.
Las personas con ETG pueden experimentar los siguientes síntomas o signos. A veces, no habrá ninguno de estos cambios. O bien, la causa de un síntoma puede ser una condición médica diferente que no es una ETG.
Los síntomas de la ETG pueden parecerse a los de un embarazo normal. También pueden ser similares a un aborto espontáneo, también llamado aborto natural, o a un embarazo ectópico. Sin embargo, los siguientes síntomas podrían señalar un posible problema:
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Sangrado vaginal anormal durante o después del embarazo
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Un útero más grande de lo esperado en un momento dado del embarazo
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Náuseas o vómitos severos durante el embarazo
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Presión arterial alta en un momento temprano del embarazo, que puede incluir dolores de cabeza y/o hinchazón de pies y manos
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Un embarazo en el que el bebé no se ha movido en el momento esperado
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Dolor o presión en la zona pélvica
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Hinchazón abdominal
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Anemia, que es un recuento bajo de glóbulos rojos que puede causar fatiga, mareos, dificultad para respirar o un ritmo cardíaco irregular
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Ansiedad o irritabilidad, incluyendo la sensación de temblor o la experimentación de sudoración intensa
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Problemas para dormir
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Pérdida de peso inexplicable
Ocasionalmente, los síntomas pueden aparecer semanas, meses o incluso años después de un embarazo y un parto normales.
En situaciones poco frecuentes, si una ETG cancerosa se ha extendido más allá del útero en el momento del diagnóstico, pueden aparecer otros síntomas en función de la localización de la enfermedad. En este caso, la ETG puede diagnosticarse erróneamente como otro problema de salud. Por ejemplo, la propagación del coriocarcinoma al cerebro puede dar lugar a una hemorragia, que puede confundirse con un aneurisma cerebral. Un análisis de sangre de gonadotropina coriónica humana (hCG) (ver Diagnóstico) debería ayudar al equipo sanitario a entender mejor el problema.
Si le preocupa cualquier cambio que experimente, hable con su médico. Su médico le preguntará cuánto tiempo y con qué frecuencia ha estado experimentando cualquier síntoma, además de otras preguntas. Esto es para ayudar a averiguar la causa del problema, lo que se denomina diagnóstico.
Si se diagnostica la ETG, el alivio de los síntomas sigue siendo una parte importante de su cuidado y tratamiento. Esto puede denominarse cuidados paliativos o cuidados de apoyo. A menudo se inician poco después del diagnóstico y se continúan durante todo el tratamiento. Asegúrese de hablar con su equipo sanitario sobre los síntomas que experimenta, incluyendo cualquier síntoma nuevo o un cambio en los síntomas.
La siguiente sección de esta guía es Diagnóstico. En ella se explica qué pruebas pueden ser necesarias para conocer mejor la causa de los síntomas. Utilice el menú para elegir una sección diferente para leer en esta guía.