La enfermedad de Lyme es una infección causada por la bacteria Borrelia burgdorferi. Se transmite a través de la picadura de una garrapata Ixodes o garrapata de patas negras infectada. Las garrapatas suelen encontrarse en zonas boscosas o de hierba, aunque también pueden ser transportadas por animales, como los ciervos, a otras zonas como el césped y los jardines. Una garrapata suele necesitar estar adherida a la piel entre 36 y 48 horas para transmitir la bacteria de la enfermedad de Lyme. No todas las garrapatas son portadoras de la enfermedad de Lyme, y diferentes garrapatas pueden transmitir diferentes infecciones. En Estados Unidos, la enfermedad de Lyme es más común en el noreste, pero también se encuentra en otros estados.
Los síntomas varían en función del tiempo que una persona haya estado infectada con la enfermedad de Lyme. En los días o semanas siguientes a la picadura de una garrapata infectada, la persona puede presentar síntomas similares a los de la gripe, como fiebre, escalofríos, dolor de cabeza y dolor articular y muscular. Algunas personas pueden desarrollar una erupción con aspecto de diana. A veces, puede no haber ningún síntoma inicial. La enfermedad de Lyme de larga duración puede causar otros problemas, como artritis, complicaciones cardíacas y problemas con el sistema nervioso.
Diagnóstico
En personas con una erupción característica, la enfermedad de Lyme puede diagnosticarse basándose únicamente en los antecedentes y los síntomas. Otras manifestaciones de la enfermedad de Lyme se diagnostican con análisis de sangre. Hay dos tipos de análisis de sangre que se utilizan habitualmente para diagnosticar la enfermedad de Lyme: una prueba de detección (EIA o IFA) y una prueba de confirmación (Western Blot). Si sólo la prueba de cribado es positiva y la de confirmación es negativa, se considera que el paciente no tiene la enfermedad de Lyme. Las pruebas pueden tardar hasta seis semanas después de la infección en ser positivas. En los pacientes con artritis importante (hinchazón e inflamación de una articulación), el médico puede tomar una pequeña muestra del líquido articular para comprobar si hay enfermedad de Lyme u otras causas.
Tratamiento
La enfermedad de Lyme se trata con antibióticos. Los antibióticos más utilizados son la amoxicilina en niños pequeños y la doxiciclina en niños mayores y adultos. Pueden utilizarse otros antibióticos si el paciente es alérgico a estos medicamentos. A menudo, la enfermedad de Lyme se trata con cuatro semanas de antibióticos orales, pero esto puede variar según el nivel de infección y los sistemas corporales afectados. Si la infección afecta al sistema nervioso o al corazón, puede ser necesario administrar antibióticos por vía intravenosa.
Prevención
Hay muchas estrategias que pueden disminuir la probabilidad de ser picado por una garrapata y desarrollar la enfermedad de Lyme. Cuando esté en una zona boscosa, cubrir la piel expuesta usando pantalones, calcetines y camisas de manga larga puede evitar que las garrapatas se adhieran a la piel. Llevar ropa blanca o de colores vivos facilita la visión de las garrapatas que se han adherido. Se aconseja el uso de un repelente de insectos adecuado; recuerde siempre leer las instrucciones del producto para determinar si un spray o líquido contra insectos es seguro para los niños. Después de pasar tiempo al aire libre, hay que revisar las garrapatas por todo el cuerpo. A las garrapatas les gusta esconderse en zonas oscuras y cálidas, como las axilas, detrás de las rodillas y el cuero cabelludo. Si encuentra una garrapata en usted o en su hijo, lea las siguientes instrucciones para su eliminación segura.
Para retirar una garrapata de forma segura, necesitarás:
- Pelotas de algodón
- Un recipiente con cierre
Cómo retirar una garrapata:
- Utiliza las pinzas para agarrar la garrapata por la cabeza o la boca, la parte más cercana a la piel. Lo más fácil es mantener las pinzas perpendiculares a la garrapata. Tira firmemente de la garrapata hasta que se suelte de la piel. Intenta sacar con facilidad cualquier parte que se quede atascada en la piel. Intente no romper ni aplastar la garrapata.
- Coloque la garrapata en un recipiente
- Aplique alcohol para frotar en el lugar
- Llame a su médico o al pediatra de su hijo, para discutir si es necesario un tratamiento adicional