Hemorragias internas, aneurismas, vasos sanguíneos anormales, hemorragias gastrointestinales, malformaciones vasculares (malformaciones arteriovenosas, malformaciones venosas y linfáticas)
Por qué se realiza:
Los procedimientos de embolización permiten bloquear los vasos sanguíneos sin necesidad de una cirugía invasiva. La embolización puede utilizarse para detener una hemorragia arterial y también para bloquear los vasos sanguíneos por otros motivos, como tratar tumores, reducir malformaciones vasculares o redirigir el flujo.
Cómo se realiza:
Un radiólogo intervencionista accede a la arteria femoral en la ingle. Se utilizan pequeños catéteres e hilos para navegar hasta la arteria elegida, confirmada con una angiografía. A continuación, se puede inyectar una sustancia oclusiva o colocar pequeños espirales en la arteria para bloquear el vaso.
Nivel de anestesia:
Sedación consciente
Riesgos:
Sangrado, infección, embolización no diana (bloqueo de una arteria distinta a la prevista)
Post-procedimiento:
De dos a seis horas de reposo en cama
Seguimiento:
Depende de la situación clínica
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