Siempre que hablo me refiero al amor y al afecto por separado. Eso es intencional-porque el amor y el afecto no son la misma cosa.
El amor es un mandato bíblico y es fundamental para un matrimonio exitoso.
Estoy convencido de que toda persona razonablemente sana está equipada para amar a otros de la manera que Dios diseñó. Eliges amar a otra persona poniendo sus necesidades por encima de las tuyas. Es un compromiso de tu voluntad.
El amor y el afecto son diferentes
El afecto, sin embargo, es un paso más allá del amor. El afecto lleva la relación amorosa entre un hombre y una mujer en el matrimonio al ámbito más profundo de las expresiones tiernas. Es uno que resulta en sentimientos de cercanía, pasión y seguridad. El afecto lleva trabajo porque requiere el conocimiento de lo que hace que la otra persona funcione.
Usted muestra afecto cuando percibe y aprecia lo que su cónyuge necesita y satisface esas necesidades de una manera que él o ella puede entender. El afecto se traduce en satisfacción conyugal, intimidad, satisfacción y anticipación. Es la alegría envuelta en un solo paquete.
- El afecto no es sexual. Sin embargo, conduce naturalmente a la satisfacción sexual.
- El afecto no es tiempo, pero requiere tiempo para lograrlo.
- El afecto no es comunicación. Pero sin comunicación, no puede haber afecto.
- El afecto no es romance, pero normalmente implica espontaneidad romántica, creatividad y diversión.
Además, cuando el afecto está presente en tu relación, simplemente lo sabes. Si no lo sientes, probablemente no lo tienes. Esta es mi definición de afecto:
El afecto es el tipo de amor que te deja sentirte cerca, seguro y cuidado.
En el matrimonio, se siente la pasión, y los actos de amor se vuelven específicos de la persona. El afecto también es importante entre padres e hijos. Una familia afectuosa hace que el niño se sienta cercano, seguro y cuidado también. El afecto debe ser un ingrediente de todas las relaciones personales sanas, incluidas las que se mantienen con los amigos y la familia extensa.
La Biblia describe el amor en términos de acción, no de sentimientos. Mira la conocida descripción del amor de 1 Corintios 13, y fíjate en todas las acciones requeridas:
«El amor es paciente, el amor es bondadoso. No tiene envidia, no se jacta, no es orgulloso. No es grosero, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda registro de los agravios. El amor no se deleita en el mal, sino que se alegra con la verdad. Siempre protege, siempre confía, siempre espera, siempre persevera. El amor nunca falla» (1 Corintios 13:4-8 NVI).
Me gusta decir (aunque puede ser gramaticalmente defectuoso) que el afecto es «el amor como acciones» -acciones que dejan a su cónyuge sintiéndose realmente bien con usted y su matrimonio. El afecto es uno de los resultados del amor, el amor es el compromiso y la acción, y el afecto es el sentimiento de seguridad que resulta. Los matrimonios fuertes prosperan cuando tanto el comportamiento del amor como los sentimientos de afecto están presentes. Este «amor como acciones» es lo que mueve los dieciocho centímetros de la cabeza al corazón.
Amor y afecto:
– El amor es paciente. El afecto es empático.
– El amor es amable. El afecto es tierno.
– El amor no es grosero. El afecto se disculpa reflexivamente por sus palabras.
– El amor no es egoísta. El afecto frota la espalda de un cónyuge desanimado.
– El amor no se deleita en el mal. El afecto descubre cuidadosamente y en privado el pecado y ayuda a la persona a ponerse de nuevo en pie.
– El amor nunca falla. El afecto fundamenta y confirma su amor indefectible por su cónyuge.
Este artículo proviene del libro, Starved for Affection
El Dr. Carlson es un terapeuta matrimonial y familiar licenciado y es el director general de Family Life Communications. Presenta el programa de radio sindicado a nivel nacional, Intentional Living with Randy Carlson.
