La cantidad de personas que trabajan en un empleo de escritorio está aumentando en todo el mundo. Desafortunadamente, estos trabajos tienden a ir de la mano con una mayor posibilidad de sufrir de dolor de cuello y espalda prolongado. Quizás por esta misma razón, actualmente la fuente más común de discapacidad musculoesquelética es el dolor de cuello crónico.
Estudio de caso 1
Según un estudio reciente, el 34% de la población general experimenta dolor de cuello en algún momento de su vida. El 14% de esta cifra tiene síntomas que duran más de seis meses.
Debido al número de visitas a la sanidad, al absentismo laboral, a la disminución de la productividad y a la discapacidad, el dolor de cuello tiene enormes consecuencias en el bienestar de las personas y en sus gastos sanitarios.
Tracción para el dolor de cuello
Hay muchos métodos que los médicos utilizan para tratar el dolor de cuello. Un método tradicional y conservador utilizado habitualmente por los fisioterapeutas es la tracción cervical. A pesar de su popularidad clínica, los estudios anteriores y actuales, que analizan la eficacia de la tracción cervical, siguen sin ser concluyentes.
Impactos de la tracción
En teoría, la aplicación de una fuerza de tracción controlada sobre la columna vertebral provoca una serie de efectos fisiológicos:
– Amplía el agujero intervertebral
– Libera la presión sobre los discos intervertebrales
– Libera la presión sobre las raíces nerviosas y los vasos sanguíneos
– Estira los ligamentos y los músculos paravertebrales de la región del cuello
– Reduce los efectos de las anomalías de las articulaciones facetarias cervicales
Se espera una liberación de la tensión muscular, de la tensión nerviosa y un aumento de la circulación sanguínea en la región cervical. Esto resultaría en última instancia en la disminución del dolor de cuello.
Estudio de caso 2
La Universidad Politécnica de Hong Kong investigó la tracción cervical intermitente en 79 pacientes con dolor de cuello crónico en un estudio más reciente. Los pacientes fueron colocados en dos grupos al azar, y tienen entre 20 y 70 años de edad. Durante un periodo de seis semanas, un grupo recibió tracción cervical dos veces por semana, administrada por un fisioterapeuta experimentado. El segundo grupo recibió un tratamiento placebo de infrarrojos (terapia de calor) dos veces por semana.
Los pacientes debían completar un cuestionario de discapacidad después de un intervalo de 6 semanas y también de 3 meses. Debían puntuar su dolor en una escala. También midieron su rango de movimiento de la columna cervical.
De este estudio concluyeron que no había diferencias significativas en la discapacidad, el dolor y el rango de movimiento entre el grupo que recibió tracción y el grupo que recibió el tratamiento placebo con infrarrojos. Los investigadores declararon que había varias limitaciones en el estudio.
Conclusión
Varios otros estudios en el pasado han encontrado resultados similares que como método de tratamiento en la soltaión, la tracción no muestra mejoras significativas. Las investigaciones que apoyan sus beneficios y su uso son algo defectuosas o no concluyentes. Por lo tanto, deberían realizarse más estudios metodológicos de control aleatorio.
Para maximizar el beneficio del tratamiento de los pacientes con dolor cervical crónico, es importante que los médicos consideren la posibilidad de administrarles un tratamiento combinado e individualizado en lugar de la tracción cervical intermitente sola. Los estudios realizados últimamente se inclinan en general por un enfoque combinado de terapia de ejercicios, educación, movilización articular y manipulaciones como el método más eficaz para tratar el dolor de cuello
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