Un sí con reservas: como en otras preguntas de este tipo (como ¿Es un tomate una fruta o una verdura?), todo depende de si se habla desde un punto de vista botánico o culinario.
Muchos de los productos vegetales comestibles que llamamos frutos secos son, en términos botánicos, frutas. Esta es la parte central de la definición científica de un fruto seco del Diccionario de Inglés de Oxford: «un fruto duro, indehiscente, generalmente de una sola semilla» – un fruto es la estructura portadora de semillas de una planta, formada a partir del ovario. En lenguaje llano, esta definición significa que los botánicos clasifican un fruto seco como un tipo de fruta con una cáscara dura que encierra la semilla o semillas, mientras que indehiscente significa que no se abre para liberar la(s) semilla(s) cuando está(n) madura(s).
Los científicos, por tanto, clasificarían las castañas, las avellanas, las bellotas, las nueces y las pacanas como «verdaderos frutos secos». Sin embargo, como se ha comentado en otro lugar, los cocos son un tipo de fruta (una drupa) pero no son «verdaderos frutos secos» porque son dehiscentes (es decir, se abren cuando están maduros). Las nueces de macadamia también son un tipo de fruto dehiscente, conocido como folículo.
Así que, volviendo al «sí» matizado de la frase inicial, hay otros productos vegetales que comemos como frutos secos que no son en absoluto frutos. Por ello, el OED también ofrece una definición más general de fruto seco: «fruto o semilla con una cáscara dura… que encierra un núcleo comestible o que produce aceite». Las nueces de Brasil, los piñones, los pistachos y los cacahuetes son todos, botánicamente, semillas y no frutos.
Además, en términos generales, la palabra «nuez» también puede referirse sólo al núcleo de un fruto seco: si se habla de comer una nuez o una avellana, por ejemplo, sólo se refiere a comer el núcleo, no la cáscara (¡a menos que se tengan unos dientes extremadamente fuertes y un sistema digestivo aún más robusto!