La diabetes frágil es un término que a veces se utiliza para describir la diabetes difícil de controlar (también llamada diabetes lábil). Se caracteriza por amplias variaciones o «oscilaciones» de la glucosa (azúcar) en sangre, en las que los niveles de glucosa en sangre pueden pasar rápidamente de demasiado altos (hiperglucemia) a demasiado bajos (hipoglucemia). Estos episodios son difíciles de predecir y pueden alterar la calidad de vida. Pueden requerir hospitalizaciones frecuentes o prolongadas y pueden ser mortales.
Las personas con diabetes de tipo 1 son las que corren mayor riesgo. Aunque muchas personas con diabetes de tipo 1 experimentan hipoglucemias, sólo una pequeña proporción de personas con diabetes de tipo 1 experimenta las frecuentes oscilaciones de glucosa en sangre descritas como «frágiles.» Las personas con diabetes de tipo 2 de larga duración también pueden tener dificultades para controlar la glucosa en sangre, pero son pocas las que presentan estas oscilaciones frecuentes. Las personas de cualquier edad con diabetes pueden verse afectadas por estos frecuentes altibajos en los niveles de glucosa en sangre. Algunas investigaciones sugieren que las mujeres pueden verse afectadas con más frecuencia que los hombres.
Los episodios frecuentes de hipoglucemia pueden provocar una falta de conciencia hipoglucémica y empeorar la enfermedad. Mantener la diabetes bajo un buen control durante al menos varias semanas puede restablecer la conciencia hipoglucémica. Las nuevas tecnologías, como los monitores continuos de glucosa y las bombas de insulina, pueden ayudar a mejorar el control.
En la diabetes, muchos factores pueden desencadenar cambios frecuentes en los niveles de glucosa en sangre. Por ejemplo, las personas que no se miden la glucosa en sangre o que no toman los medicamentos para la diabetes tal y como se les ha recetado, suelen experimentar fluctuaciones significativas en los niveles de glucosa en sangre. Otras causas de la inestabilidad de los niveles de glucosa en sangre son el estrés emocional, los trastornos alimentarios, el consumo de drogas o alcohol, la malabsorción, la gastroparesia y la enfermedad celíaca.
El desarrollo de nuevos tratamientos para la diabetes ha facilitado a la mayoría de las personas el control de sus niveles de glucosa en sangre. La tecnología del páncreas artificial se está probando actualmente en ensayos clínicos y pretende ayudar a las personas con diabetes de tipo 1 a controlar más fácilmente los niveles de glucosa en sangre. En 2016, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos aprobó un modelo híbrido de páncreas artificial, un sistema automatizado que requiere que los usuarios ajusten la ingesta de insulina en las comidas. La investigación financiada por los NIH sobre el trasplante de células de los islotes también ha mostrado resultados prometedores en el restablecimiento del control de la glucosa en sangre. Esta investigación incluye específicamente a personas que han experimentado episodios de hipoglucemia grave.
Diabetes frágil
Última actualización: 13/03/2017