La mejor manera de comprobar la existencia de la enfermedad de la arteria carótida es someterse a una revisión. El cribado por ultrasonidos no invasivo de la placa de la arteria carótida es indoloro y no requiere quitarse ninguna prenda. Mientras el participante se reclina sobre su espalda, el técnico utilizará la tecnología de ultrasonido de flujo de color para crear imágenes de las arterias carótidas mientras también mide el flujo sanguíneo a través de ellas. Después de que un médico certificado revise los resultados de la exploración, la carta de resultados indicará el grado de acumulación de placa para cada una de sus dos arterias en una escala de normal (no se identifica placa y el flujo sanguíneo es normal) a significativo (se identifica una gran cantidad de placa y el flujo sanguíneo se reduce significativamente).
Esto permite a las personas con una obstrucción normal, leve o moderada de la arteria carótida comparar los resultados de cada exploración con los resultados de las anteriores, determinando si la acumulación de placa ha empeorado. La acumulación de placa puede ser progresiva sin tratamiento, empeorando con el tiempo. La identificación precoz del riesgo, antes de que aparezcan los síntomas, permite a usted y a su médico tomar medidas si es necesario. La acumulación de placa (aterosclerosis) puede producirse en cualquiera de las arterias del cuerpo. Esta es una de las razones por las que la simple ecografía de las arterias carótidas es tan valiosa: ayuda a las personas a comprender su riesgo de desarrollar aterosclerosis también en otras zonas del cuerpo.
Los médicos que están en primera línea de la enfermedad vascular creen en estas pruebas: 9 de cada 10 médicos cardiovasculares apoyan los exámenes de salud preventivos para la enfermedad cardiovascular entre las personas con factores de riesgo clave.
Si se identifica la acumulación de placa en sus arterias carótidas, debe discutir estos resultados con su médico personal. Si se le diagnostica una enfermedad de las arterias carótidas, lo más probable es que le recomiende cambios en su estilo de vida, como cambiar su dieta para que sea baja en grasas saturadas y sodio, asegurarse de que hace ejercicio con regularidad y controlar y controlar su presión arterial y sus niveles de colesterol. El tratamiento puede incluir medicamentos para diluir la sangre o evitar su coagulación. Si un cambio de estilo de vida o un plan de tratamiento no son eficaces, la enfermedad de la arteria carótida puede requerir una intervención quirúrgica. La endarterectomía carotídea es la intervención quirúrgica que elimina la placa acumulada en las arterias. La intervención restablece el flujo sanguíneo normal al cerebro, lo que evita la probabilidad de sufrir un ictus. Sin embargo, sólo en los casos más graves de enfermedad de las arterias carótidas se recomienda una endarterectomía carotídea; de ahí el valor de someterse a una prueba de detección antes de tener síntomas y mientras usted y su médico aún pueden actuar.