Su vida útil depende de muchas variables, incluyendo el estilo de frenado, la calidad y el estado de las pastillas de freno o lo bien ventiladas que estén.
En los coches más antiguos, los fabricantes los diseñaron para que duraran al menos dos cambios de pastillas y lo mismo ocurre con la mayoría de los vehículos de la generación actual, pero la realidad es que algunos optan por adelgazarlos para ahorrar peso y dinero.
Entonces, si usted experimenta una vibración en el volante o en el pedal de freno al frenar, independientemente de los kilómetros que tenga su coche, tiene que hacer una visita a su taller o concesionario local porque es muy probable que sus rotores de freno tengan un problema.
El mecánico lo validará y una de las cosas más críticas que debe hacer es medir el grosor de los rotores, lo que ayudará a determinar si pueden ser remodelados o si deben ser reemplazados.
La especificación del grosor mínimo del fabricante es crítica, porque proporciona una frenada segura. A medida que el rotor se desgasta y se vuelve más delgado, perderá masa, por lo que perderá su capacidad de absorber y disipar el calor. También aumenta el riesgo de que se agriete o incluso se rompa, provocando el fallo del rotor.
Si son demasiado finos, obviamente no se pueden salvar y deben ser sustituidos. Pero si todavía son lo suficientemente gruesos, el mecánico puede sugerir que se vuelvan a recubrir.
Esto elimina el metal, lo que hace que los rotores sean más delgados y reduce su vida útil restante, así que tenga en cuenta esto y compare el coste del repintado con el de un juego nuevo.
Los discos del mercado secundario no son tan caros y suelen ser más baratos para los vehículos más antiguos. También hay una amplia gama de fabricantes entre los que puede elegir, como Brembo, EBC, ATE, Bosch, Textar, Bendix o DuraGo.
También puede optar por comprar los rotores de equipo original del fabricante de su coche, pero suelen ser muy caros y, dependiendo de la marca, podrían ser incluso de calidad mediocre.
Si decide reemplazar sus rotores y su presupuesto es flexible, le recomendamos comprar rotores extra ventilados de primera calidad del mercado de accesorios, como los ATE Powerdiscs o los Brembo Max.
También existe la opción de discos deportivos perforados si prefiere un estilo de frenado más agresivo. Dependiendo del fabricante, estos pueden ser más caros que los originales. Brembo Xtra o EBC Racing son opciones muy sólidas.
También debería considerar la posibilidad de sustituir las pastillas de freno, ya que las desgastadas podrían desgastar prematuramente el revestimiento de los discos nuevos. Las pastillas de freno cerámicas son una sabia elección, aunque son más caras, pero duran más y a la larga ahorrará dinero.
Así pues, repasar los rotores puede ser una opción si tiene un presupuesto ajustado, pero si conduce con frecuencia durante largas distancias, será más seguro conseguir un juego nuevo.
Por último, recuerde pedir a su mecánico que compruebe el nivel del líquido de frenos, las pastillas y el grosor de los rotores cada vez que lo visite. El mantenimiento de los frenos no es caro ni difícil y, lo que es más importante, le mantiene a usted y a sus seres queridos seguros.