Si le han diagnosticado una rotura o hernia discal en la espalda, entonces es probable que sufra espasmos musculares, dolor agudo/apagado, calambres, debilidad en las piernas o pérdida de función, y/o ciática. Es probable que el dolor se intensifique al toser, estornudar o agacharse. Las hernias discales pueden ser lesiones muy dolorosas que afectan a su vida cotidiana. La buena noticia es que no tiene que operarse necesariamente para reparar su hernia discal. De hecho, los estudios han demostrado que el 90% de los pacientes pudieron recuperarse siguiendo un tratamiento no quirúrgico. Los siguientes ejercicios, junto con un tratamiento de fisioterapia adecuado, pueden ayudar a aliviar sus síntomas y fortalecer los músculos de la espalda.
¿Cómo se produce una hernia de disco?
Antes de entrar en los ejercicios, es importante saber qué es una hernia de disco y cómo se produce.
Entre cada una de las vértebras de su columna lumbar, hay una «almohadilla» que absorbe los impactos, esto se llama disco. El propósito de estos discos es proteger la columna vertebral de las actividades diarias, como caminar, correr, saltar, etc. Cada disco tiene dos partes: un anillo interior blando y gelatinoso, y un anillo exterior táctil. Cuando el anillo exterior está lesionado o débil, puede permitir que el anillo interior sobresalga. Esto se conoce comúnmente como una hernia de disco.
Las causas más comunes de una hernia discal son la edad, el sobrepeso, la debilidad muscular y/o un estilo de vida sedentario. Puedes tener un mayor riesgo de sufrir una hernia discal si giras o tuerces la espalda a menudo al levantar objetos, o si consumes tabaco o tienes una mala postura.
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1. Descomprime tu columna vertebral
– Busca algo de lo que puedas colgarte, como una barra o la parte superior del marco de una puerta.
– Alcánzate por encima de la cabeza y sujeta la barra con un agarre por encima de la mano.
– Déjate colgar durante 30 segundos.
– Repite 3 veces.
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2. Extensión en decúbito prono
– Túmbate boca abajo.
– Apoya el antebrazo en el suelo junto al cuerpo, de forma que el codo quede doblado en un ángulo de 45 grados.
– Apóyese lentamente sobre los codos, manteniendo las caderas en contacto con el suelo
– Continúe impulsándose hasta que los codos estén doblados en un ángulo de 90 grados.
– Mantenga la posición hacia arriba durante 10-15 segundos antes de volver a la posición inicial.
– Repita el estiramiento 10 veces, aumentando gradualmente el tiempo que mantiene la posición hacia arriba hasta llegar a los 30 segundos.
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3. Vaca de Gato
– Comience sobre las manos y las rodillas.
– Mientras inhala, deje que su estómago «caiga» hacia el suelo y mire hacia el techo.
– Exhale lentamente, redondeando su columna vertebral (hacia arriba, hacia el techo) mientras usa sus manos para presionar el suelo y curva ligeramente su cuello para mirar sus pies.
– Haz 2-3 series de 10.
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Si bien estos ejercicios pueden ayudar a aliviar su dolor y acelerar su proceso de recuperación, aún debe buscar asesoramiento médico antes de realizar estos estiramientos, y utilizarlos junto con un plan de tratamiento de fisioterapia. Para reservar una cita, llámenos al 800-PT-FIRST o envíenos una solicitud a través de http://www.physicaltherapyfirst.com/contactus/