El Alzheimer y el Parkinson son enfermedades neurológicas. Ambas enfermedades son causadas por células cerebrales dañadas. Ambas condiciones pueden implicar demencia, así como depresión, ansiedad y trastornos del sueño. Ambas condiciones pueden conducir a síntomas psicóticos como delirios y alucinaciones.
Aunque el Alzheimer y el Parkinson comparten ciertas causas y efectos, las dos enfermedades son diferentes. Impactan en el cerebro y progresan de forma diferente. Ambos trastornos afectan a las personas de forma diferente, se manifiestan de forma diferente y progresan a ritmos diferentes.
Tuve un padre con Parkinson y una madre con demencia. Mi experiencia fue que el Parkinson progresaba a un ritmo más lento y estaba más relacionado con la motricidad que con la mente.
Mi padre experimentaba temblores, así como cambios en su forma de caminar y en sus expresiones faciales. Pero su capacidad cognitiva estaba relativamente intacta hasta las últimas fases de la enfermedad. La demencia de mi madre la hizo débil e insegura sobre sus pies, pero se mantuvo activa y móvil, incluso cuando su capacidad cognitiva declinó.
¿Qué es el Parkinson?
El Parkinson afecta a las células cerebrales que producen dopamina, una importante sustancia química cerebral que interviene en la comunicación de las células nerviosas. La dopamina vive en una parte del cerebro llamada sustancia negra, una estructura en el centro del cerebro que desempeña un papel en la recompensa en el movimiento.
Aunque puede haber problemas cognitivos asociados con el Parkinson, suele haber más problemas físicos. Estos pueden incluir temblores, cambios en la postura, así como cambios en los patrones de marcha y en las expresiones faciales.
La enfermedad de Parkinson causa problemas con la coordinación motora, especialmente la iniciación del movimiento, el movimiento consecutivo y la lentitud del movimiento. El circuito cerebral que controla el ritmo y el movimiento se descarrila con el Parkinson.
Los síntomas del Parkinson tienden a desarrollarse lentamente a lo largo de los años. Hay «cinco etapas» del Parkinson, que van de leves a más pronunciadas. La primera etapa no interfiere de forma dramática en la vida diaria de la persona. En la segunda etapa, los temblores y los problemas de movimiento se vuelven más pronunciados.
En la tercera etapa, o la «etapa media», el equilibrio se convierte en un problema, las caídas son comunes y vestirse puede ser un desafío. Una persona con Parkinson en la cuarta etapa probablemente no debería vivir sola, ya que le resulta difícil mantenerse en pie y llevar una vida totalmente independiente.
La quinta etapa es la más debilitante. En este punto, mi padre estaba confinado a una silla de ruedas y mi madre era una cuidadora a tiempo completo. Es en este punto cuando comienzan a manifestarse los síntomas de habilidades no motoras como las alucinaciones, los delirios y la demencia.
Aunque no hay «cura» para el Parkinson, se considera una enfermedad altamente tratable. Con un diagnóstico adecuado desde el principio, muchos pacientes de Parkinson siguen llevando una vida productiva y autosuficiente durante muchos años.
El Parkinson no siempre causa demencia
Si bien el deterioro cognitivo es común tanto en el Alzheimer como en el Parkinson, es menos probable que ocurra en los pacientes de Parkinson. Según los estudios, sólo la mitad de los que tienen Parkinson desarrollan dificultades cognitivas. Esto puede ir desde un leve olvido hasta una demencia completa.
Cuando la demencia se manifiesta con el Parkinson, se produce en el área «subcortical» del cerebro. La demencia de Alzheimer se produce en la zona «cortical» del cerebro. Como resultado de esto, los síntomas clínicos de estas dos demencias pueden ser algo diferentes.
Demencia de Parkinson vs. Demencia de Alzheimer
Según los expertos, la demencia de Parkinson puede causar un deterioro de la actividad física y afecta a las habilidades motoras. Dos neurotransmisores (sustancias químicas producidas por las células del cerebro) llamados dopamina y serotonina tienden a ser dañados por el Parkinson.
Además de causar problemas con el movimiento y la coordinación, esta forma de demencia también puede causar un proceso de pensamiento más lento y problemas de memoria. Sin embargo, esto suele ser menos pronunciado hasta las últimas etapas de la enfermedad.
Con el Alzheimer, dos tipos de proteínas en el cerebro, los ovillos (tau) y las placas (beta amiloide), se acumulan y matan las células cerebrales. Esta demencia inducida por el Alzheimer afecta a la memoria, el pensamiento claro, las habilidades lingüísticas y la orientación. Reduce la comprensión, la capacidad de aprendizaje y el juicio. El almacenamiento de nueva información y la recuperación de la memoria se ven más afectados que las habilidades motoras.
Distinguir entre estas condiciones neurodegenerativas es importante para determinar el mejor enfoque de tratamiento. Los medicamentos para una de las enfermedades pueden crear problemas cuando se administran a un paciente con la otra enfermedad.
7 formas de reducir el riesgo de padecer Parkinson y Alzheimer
Actualmente no hay «cura» para ninguna de las dos enfermedades. Sin embargo, el Parkinson se considera una condición más tratable, especialmente en las primeras etapas de la enfermedad. Los tratamientos incluyen medicación, fisioterapia y modificaciones del estilo de vida, como cambios en la dieta. Las investigaciones siguen sugiriendo que un estilo de vida saludable para el cerebro puede ayudar a prevenir tanto el Alzheimer como el Parkinson. He aquí algunas pautas básicas:
- Adopte una dieta saludable con una buena nutrición. Las dietas saludables para el cerebro, como la mediterránea o la dieta «DASH» han demostrado marcar la diferencia. Las dietas con verduras y frutas frescas, cereales integrales, aceite de oliva, legumbres, pescado, aves de corral y lácteos pueden proteger contra las enfermedades cardiovasculares, la diabetes y el cáncer, y promover la salud cognitiva. Al reducir la inflamación y el estrés oxidativo, estas dietas favorecen la salud cognitiva. Pueden mitigar los riesgos de padecer Alzheimer y Parkinson. Aléjese de las carnes procesadas, la mantequilla y la nata espesa, las grasas saturadas. El exceso de azúcar también es peligroso. El azúcar es un inflamatorio que también puede conducir a un aumento de peso poco saludable.
- Formación y ejercicio. Al menos 30 minutos de ejercicio aeróbico moderado, 3-4 días a la semana, se considera una medida preventiva. Incorpore la actividad física a la rutina diaria. No tiene por qué ser de alto impacto; puede ser caminar, montar en bicicleta estática o nadar.
- Duerma bien. Se recomienda dormir entre siete y ocho horas cada noche. Los estudios clínicos han demostrado que el insomnio y la calidad del sueño pueden tener un impacto dramático en el cerebro y el bienestar general, y que los problemas de sueño pueden contribuir a la enfermedad de Alzheimer.
- Controlar el estrés y la hipertensión. El estrés puede causar demencia vascular y crear otros riesgos para la salud. Mantenga la hipertensión bajo control y proteja contra el deterioro cognitivo. El yoga, la meditación y los ejercicios de respiración profunda pueden ayudar. También pueden ayudar los ratos de tranquilidad en un jardín o escuchando música relajante. El bienestar emocional mejora el bienestar físico.
- Participa en la interacción social. Los expertos creen que el compromiso social promueve la longevidad saludable y puede ayudar a prevenir muchas enfermedades. Interactuar con la familia y los amigos, participar en actividades comunitarias y tomar una clase puede mantener la mente comprometida y es nutritivo en muchos frentes. Estar solo y recluido puede causar depresión y también conducir al deterioro cognitivo.
- Asegurar la estimulación mental. Participar en actividades mentalmente estimulantes es siempre importante. Leer libros, hacer crucigramas y otros juegos cerebrales, y jugar a juegos de cartas son actividades estimulantes. Si el cerebro está activo, no es tan probable que se atrofie. Una mente y un cuerpo activos ayudan a mantener el cerebro sano.
- Musicoterapia. Desde hace tiempo se cree que el poder de la música en el cuidado de la demencia promueve el bienestar y la curación y ayuda a manejar el estrés. Escuchar música, cantar, incluso bailar o simplemente dar golpecitos con los pies y aplaudir puede ser emocional y físicamente gratificante. La musicoterapia ha demostrado que también ayuda a los enfermos de Parkinson.
Cuidar a alguien con Parkinson
Practique la paciencia y la comprensión cuando trate con el Parkinson. Puede que usted se sienta muy frustrado y desafiado como cuidador, pero los enfermos de Parkinson están igual de frustrados. Sus condiciones físicas y mentales pueden ser debilitantes, deprimentes y humillantes.
La dieta y la nutrición pueden tener un gran impacto en la salud y la comodidad de un paciente de Parkinson. Comer bien, descansar más, dormir bien, tomar aire fresco y hacer ejercicio pueden marcar la diferencia. También es importante obtener la medicación adecuada y las terapias complementarias.
Como el Parkinson afecta a las habilidades motoras del paciente, puede ser necesario realizar modificaciones en el entorno de vida para adaptarse a las sillas de ruedas y a los problemas de movilidad limitada. La asistencia profesional a domicilio para el Parkinson puede permitir a los pacientes de Parkinson seguir siendo independientes y puede mejorar la calidad de vida.
Lo más importante es buscar ayuda y apoyo de la familia, los amigos y los grupos de apoyo a los cuidadores. Aproveche los recursos de su comunidad. Soportar toda la carga puede pasar factura a un cuidador.
Cuídese a sí mismo o no podrá cuidar a su ser querido. Siga los consejos preventivos que le proporcionamos más arriba para usted también, y respire hondo