Aunque no hay cura para el síndrome de Down, existen terapias, tratamientos y apoyo educativo para mejorar la calidad de vida de los afectados. El curso exacto del tratamiento dependerá del individuo, teniendo en cuenta la edad de la persona, su salud general, su entorno y sus fortalezas y limitaciones personales.
Terapias para el síndrome de Down
Sorprendentemente, la intervención temprana produce los mejores resultados. Los niños pequeños están constantemente en el proceso de desarrollo de los hábitos del habla y de la motricidad; actuando a tiempo, los padres pueden fomentar las habilidades físicas y de comportamiento adecuadas para que se conviertan en un hábito. Incluso antes de que un niño con síndrome de Down llegue a la edad escolar, varias terapias pueden ayudar.
Terapia del habla-lenguaje
La terapia del habla-lenguaje aborda las habilidades de comunicación y lenguaje centrándose en la articulación, las habilidades cognitivas y el fortalecimiento de los músculos orales (lengua, labios). La terapia del habla y el lenguaje puede emplearse en las etapas de lactante y niño pequeño. El objetivo general es mejorar la capacidad de comunicación del niño. Un aspecto al que hay que prestar especial atención es la pérdida de audición. Debido a las diferencias anatómicas de los niños con síndrome de Down, son propensos a la retención de líquido detrás del tímpano, lo que puede provocar una pérdida de audición. Aunque el líquido puede drenarse, esta afección, a veces crónica, ejemplifica cómo puede interrumpirse el aprendizaje del lenguaje auditivo del niño. El resultado es, por supuesto, dificultades de por vida en el habla y la comprensión. La comunicación adopta muchas formas, y las necesidades específicas de su hijo darán forma a lo que se enfatiza durante las sesiones de terapia.
Terapia física
La terapia física se centra en mejorar la forma en que una persona se mueve. Dado que los niños y adultos con síndrome de Down suelen tener un tono muscular deficiente y manos más pequeñas, la fisioterapia puede aliviar cualquier dificultad causada por estos rasgos. Un régimen de terapia física probablemente incluirá el fortalecimiento y la tonificación de los músculos, la mejora de la coordinación y el equilibrio general y la corrección de la postura.
Terapia ocupacional
Como su nombre indica, la terapia ocupacional está diseñada para mejorar las habilidades cotidianas necesarias para llevar una vida sana y desenvolverse con éxito en la sociedad. A diferencia de los fisioterapeutas, los terapeutas ocupacionales trabajan en la mejora de las habilidades motoras finas y en la realización de tareas cotidianas como vestirse, cepillarse los dientes y comer. A medida que el niño crezca, el enfoque cambiará a habilidades como la escritura y el uso del ordenador.
Tecnología de apoyo
La tecnología de apoyo es un término utilizado para describir los dispositivos que ayudan a una persona con una discapacidad a funcionar mejor. Estos dispositivos pueden ser cualquier cosa, desde audífonos, empuñaduras para lápices y bolígrafos, cojines para el asiento y ayudas para caminar, hasta teléfonos móviles con botones grandes y teclados con letras grandes. Las tabletas y los ordenadores con pantalla táctil son útiles para los niños con síndrome de Down que tienen dificultades para realizar movimientos motores finos. El software educativo aborda el aprendizaje a través de la interacción e implementa la vista, el sonido y el tacto, lo que puede hacer que las lecciones sean más accesibles y atractivas.
Educación especial
Los niños con síndrome de Down cumplen los requisitos para recibir educación especial según la Ley de Educación para Personas con Discapacidades (IDEA) de Estados Unidos. Esto significa que los servicios educativos y las adaptaciones deben estar disponibles para estos niños hasta que terminen la escuela secundaria o alcancen la edad de 21 años. Estos servicios y adaptaciones se delinearán a través de un Plan Educativo Individualizado (PEI) elaborado por la escuela, los padres y los profesionales de la salud.