Por Amanda Lohin, DVM
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Cuterebra dentro de su urdimbre en el tejido del cuello de un conejo.
La cuterebra es una afección relativamente común que resulta de la migración de larvas de mosca a través del cuerpo de pequeños mamíferos. La cuterebra es la fase larvaria de la mosca bot, que se encuentra en la mayoría de las regiones de Norteamérica. Las moscas bot son moscas grandes que no se alimentan y tienden a buscar pequeños mamíferos (sobre todo roedores, incluyendo conejos) como huéspedes para sus larvas.
La mayoría de los casos en América del Norte se producen a finales del verano y principios del otoño. La mosca de los bots pone sus huevos cerca de las aberturas de las madrigueras de los pequeños mamíferos, de modo que cuando se produce el contacto entre el animal y los huevos latentes, éstos eclosionan en larvas que penetran en la piel, entran en el cuerpo a través de una abertura o son ingeridas. El ciclo vital de la mosca requiere la migración a través de los tejidos blandos (músculo, grasa, piel) del animal, seguida de un prolongado periodo de desarrollo hasta la fase de gusano dentro de una «urdimbre» en la piel (una bolsa creada bajo la piel con un pequeño orificio de aire por la larva al desarrollarse como gusano).
Curruca vacía después de que la Cuterebra haya sido extraída.
Una vez alcanzado el estadio de gusano dentro del hospedador, el gusano se «desprenderá» (es decir, saldrá del hospedador) y seEs decir, sale del hospedador) y continuará desarrollándose en el suelo durante el invierno hasta que eclosione en la primavera y se convierta en la mosca de la fruta madura. El periodo en el que la larva madura hasta el estado de gusano dentro de su mamífero hospedador suele durar entre 3 y 7 semanas. Aunque los huéspedes mamíferos previstos son roedores silvestres, conejos, etc., estos ectoparásitos se ven comúnmente en nuestros gatos y perros domésticos que olfatean las zonas donde los huevos están latentes o meten la cabeza en los agujeros de los roedores. Por esta razón, las cuterebras se encuentran comúnmente en la cara, el cuello o incluso dentro de las fosas nasales de gatos y perros. En raras ocasiones, en los gatos, la migración de las cuterebras puede dar lugar a una enfermedad llamada encefalopatía isquémica felina, en la que el parásito puede migrar al cerebro y causar daños en el tejido cerebral.
Los signos clínicos de las cuterebras suelen limitarse a la identificación de un bulto o agujero en la piel donde se localiza la cuterebra; sin embargo, las larvas pueden migrar a otras partes del cuerpo, incluyendo el cerebro (encefalopatía isquémica felina), la faringe/garganta, las fosas nasales y los ojos/párpados. En estos casos, los signos clínicos dependerán del lugar afectado. El hallazgo más común son las lesiones subcutáneas, que dan lugar a un bulto elevado y rojo con un orificio central que suele tener unos 0,5 cm de diámetro.
Cuterebra después de la extracción de su verruga.
El tratamiento de la cuterebriasis subcutánea es relativamente sencillo. El aspecto más importante del tratamiento es la extracción de la larva/maggot. En la mayoría de los casos, el orificio central debe ampliarse para permitir la extracción de la larva/maggot sin que se rompa, ya que la ruptura del gusano puede provocar anafilaxia (una reacción alérgica grave y potencialmente mortal) en algunos animales. A veces puede producirse una infección cutánea secundaria, en cuyo caso pueden estar indicados los antibióticos.