El valor nominal, o valor contable, de una acción, se suele asignar cuando se emite el título. También llamado valor nominal o valor a la par, el valor nominal de las acciones es su precio de reembolso y normalmente se indica en el anverso de ese título. Es el valor declarado del título, a diferencia del valor de mercado del título. El valor de mercado de un título refleja lo que el mercado está dispuesto a pagar por él.
Los economistas observan la diferencia entre los valores nominales, o la tasa no ajustada o el precio actual, que no incluye la inflación ni otros factores, frente a los valores reales, en los que se realizan ajustes para tener en cuenta la inflación y otros cambios generales del nivel de precios a lo largo del tiempo.
Estos dos valores -nominales y reales- pueden diferir enormemente como resultado de las distintas condiciones del mercado, así como de la oferta y la demanda. Tan pronto como se emiten las acciones, el mercado comienza a negociar las acciones con nuevos inversores, y el precio suele fluctuar salvajemente. Es importante que los inversores entiendan la diferencia de precio y que observen esa diferencia en relación con sus valoraciones sobre el valor concreto.
Claves para entender
- El precio nominal de un valor es su valor declarado, su precio de reembolso o su precio no ajustado, sin tener en cuenta la inflación y otros factores.
- El valor real de un valor es su valor de mercado o un precio ajustado que tiene en cuenta los cambios en el nivel de precios que se han producido a lo largo del tiempo.
- Para determinar la diferencia entre las dos cifras, basta con restar la cifra menor de la mayor.
Valores nominales
Los valores nominales pueden emitirse arbitrariamente a las acciones comunes y registrarse en el balance de una empresa. Estos fondos se invierten directamente en la empresa que emitió las acciones como medio de infundir efectivo en el negocio. Las acciones representan la propiedad de una parte de la empresa. Las acciones preferentes pueden tener un valor nominal específico que también refleja una cantidad que la empresa debe al accionista en una fecha posterior. Las acciones ordinarias pueden ser más propensas a perder valor en relación con las acciones preferentes y pueden tener un mayor diferencial entre el valor nominal y el de mercado.
Con el impacto de la inflación o la deflación, el valor nominal puede tener poca relación con el valor real cuando se venden las acciones. Estas fuerzas económicas pueden impactar en las acciones de manera diferente a los activos reales de la empresa, por lo que incluso cuando los valores del balance cambian, el valor de mercado de las acciones puede ser sustancialmente diferente.
El valor nominal de las acciones ordinarias suele ser muy inferior a su valor de mercado como consecuencia de factores de oferta y demanda; el valor nominal de las acciones preferentes suele ser más coherente con su valor de mercado.